«Las relaciones con el Gobierno central son muy importantes para el perfil de crédito de Cataluña, ya que la región depende en gran medida del apoyo de liquidez, fundamentalmente del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) y de los anticipos de tesorería para atender gastos inaplazables», ha señalado la calificadora.
De esta forma, ha subrayado «el gran poder» que tiene el Gobierno central para intervenir si así lo decidiera, aludiendo a ciertas medidas concretas que podrían ser adoptadas como la suspensión de algunos o todos los cargos políticos del Ejecutivo catalán. También entra aquí el recorte de la financiación si se utilizara para cubrir los costes de la celebración del referéndum.
Por otro lado, ha recordado que a Cataluña se le retiró el nivel de calificación «BBB-» a finales de 2015 y fue calificada con el «rating» «BB» con perspectiva negativa debido al empeoramiento de las relaciones con el Gobierno central.
«Una reducción o retirada del apoyo financiero del Gobierno central al autonómico refleja muchos riesgos para Cataluña, dado su débil desempeño presupuestario, el alto endeudamiento y los riesgos de refinanciación», apunta Fitch.
Source: ABC