Los escuálidos tipos de interés ahogan a las Sparkassen

Que el ministro de Finanzas alemán Wolfgang Schäuble culpe al presidente del Banco Central Europeo (BCE) Mario Draghi y a sus bajos tipos de interés del ascenso del partido ultraderechista AfD habla del enfado que llevan los ahorradores alemanes. Y es que la obsesión por el ahorro está en el idioma: deuda y culpa son una y la misma palabra en alemán: Schuld, y evitarla es una tarea que en parte se hacen cargo las pequeñas cajas alemanas, las Sparkassen, literalmente «cajas de ahorro». Son estas cajas gestionadas localmente en cooperación con los gobiernos regionales y en su mayoría propiedad de corporaciones locales, las que ahora están en peligro gracias a la política monetaria europea de tipos de interés bajos o nulos.

Una encuesta realizada por el Bundesbank –el banco central de Alemania– y las autoridades de supervisión financiera alemanas (Bundesanstalt für Finanzdienstleistungsaufsicht, BaFin) a 1.555 institutos de crédito medianos y pequeños alemanes y Sparkassen entre abril y junio y dada a conocer esta semana, indica que los institutos consultados –que representan el 88% de los institutos de crédito en Alemania y 41% de los balances bancarios– tienen notables dificultades por los bajos tipos de interés y prevén un beneficio anual antes de impuestos un 9% más bajo dentro de cinco años. Entre los consultados no se encuentran los grandes bancos porque los supervisa directamente el BCE.

Estos bancos y Sparkassen, que han incrementado las comisiones para compensar la caída de los ingresos por los bajos tipos de interés, prevén una caída del 16% de su rendimiento del capital, es decir el beneficio antes de impuestos en relación con el balance. El responsable de Supervisión en el Bundesbank, Andreas Dombret, ha dicho al presentar los resultados de la encuesta que estaba poco contento con el detalle de los datos que facilitaron los bancos, que fue menor en comparación con los que ofrecen los bancos en otros países: «El periodo difícil causado por los bajos tipos de interés no se ha superado todavía», ha dicho Dombret. En una encuesta similar realizada en 2015, los bancos y las cajas de ahorro alemanas preveían sin embargo una caída del rendimiento del capital del 25%.

Aunque –según el director ejecutivo de la BaFin, Raimund Röseler– los bancos alemanes están bien capitalizados lo que les ayuda a amortiguar los efectos negativos de los bajos tipos de interés, desde dentro y fuera de Alemania se clama por un cambio de modelo. La operación sin embargo requeriría profundos cambios, también culturales, que lleven a una privatización de las Sparkassen, lo que a corto o largo plazo las transformarían sin vuelta atrás en bancos comerciales. Pero tal y como indica Röseler las Sparkassen resisten a la espera que Draghi se digne a abrir la llave y que los tipos de interés suban.

Según Dombret, que las pérdidas de estos institutos sean un 6% menos de lo pronosticado hace dos años «sólo indica que su rentabilidad se está deteriorando a un ritmo más lento que antes». Según los reguladores bancarios alemanes, la rentabilidad de Sparkassen y pequeños y medianos bancos empeoraría aún más si la coyuntura monetaria de tipos de interés bajos o nulos se mantiene. Concretamente según los reguladores, la rentabilidad de estas instituciones se reduciría un 40% si estas tasas de interés se mantuvieran estables hasta 2021.

Entre los efectos a corto plazo, específicamente en las Sparkassen y bancos cooperativos, es que estos institutos deben despedirse ya del clásico negocio de créditos y depósitos, lo que indica que deben cambiar radicalmente su modelo. En este sentido, casi la mitad de los institutos encuestados consideran posible una fusión con otro banco o caja, especialmente que sean absorbidas por otra más grande. Según Dombret y Röseler esto significaría que entre 350 y 400 bancos y Sparkassen desaparecerían en 2021, aunque los reguladores han tranquilizado indicando que «El número de fusiones reales seguramente será menor».

Un modelo público y privado

Bajo el nombre de Sparkassen –en singular, Sparkasse– se identifican las cajas de ahorros de los países de habla alemana (Suiza, Austria y Alemania) que están gestionadas localmente en cooperación con los gobiernos regionales, aunque existen también privadas como la Bordesholmer Sparkasse o la Sparkasse zu Lübeck. Cuando se fundó la primera es un asunto que aún se discute, aunque una referente es la de Hamburgo en 1778 y la de Oldenburg en 1786. Actualmente gestionan cerca de un billón de euros en activos.

La estructura de la Sparkasse es completamente descentralizada y se extiende a lo largo de las 400 sucursales que tiene por todo el país. La que está situada en Köln-Bonn es la más grande del país, con alrededor de 900.000 clientes particulares. Desde que el BCE instauró los tipos de interés negativos para las entidades, o lo que es lo mismo, tienen que pagar para dejar su dinero en la institución con sede en Fráncfort, los clientes de las Sparkassen con un saldo inferior a 3 millones de euros tienen también que pagar por tener sus ahorros en estas instituciones, de ahí las numerosas quejas de Alemania para que el BCE suba tipos.
Source: ABC

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