Ryanair prefiere sufrir más huelgas a renunciar a su modelo «low cost»

Ryanair vive este verano su etapa más convulsa por las huelgas en Europa. Primero fueron los tripulantes de cabina y ahora los pilotos de Alemania, Bélgica, Irlanda, Suecia y Holanda con unos paros que la aerolínea logró minimizar anticipándose a las protestas. Porque la compañía no está dispuesta a ceder ante las peticiones de sus trabajadores; ni en España, ni en Irlanda, ni en ningún otro país. Prueba de ello es un documento remitido a los inversores en julio en el que explica que «es mejor» sufrir más huelgas a tener que hacer frente a «mayores costes» o «menor productividad». En otras palabras, que no se plantean renunciar a su modelo «low cost» pese al pulso de sus empleados.

Los pilotos de esos cinco países fueron a la huelga este viernes tras fracasar las negociaciones con la empresa, que semanas antes incluso había amenazado con despidos y recortes de flota si la situación iba a más. Dicho y hecho, al menos en Irlanda, donde planean reducir su flota un 20% y su plantilla en 300 trabajadores. Una situación que ha lastrado a la compañía a perder más de 3.000 millones de euros en Bolsa desde marzo. A lo que hay que sumar, también, la caída de cerca del 4% registrada ayer, que deja su valor bursátil en menos de 15.000 millones.

Los paros de ayer -los mayores de su historia en sus 33 años de trayectoria- se saldaron sin incidentes, pese a las asambleas montadas en los principales aeropuertos por parte de los pilotos. Bajo el lema «Ryanair debe cambiar», forzaron a cancelar de manera anticipada casi 400 vuelos en Europa: 250 en Alemania, 104 en Bélgica, 22 en Suecia y 20 en Irlanda, afectando a unos 67.000 pasajeros. De ellos, más de 80 trayectos impactaron a la operativa en España por tener en nuestro país su origen o destino, con unas 14.000 personas perjudicadas. En total, más de 1.000 trayectos cancelados entre la huelga de tripulantes de cabina de julio y la actual, de un día de duración.

Situación lamentable
Desde la aerolínea emitieron un comunicado en el que calificaban la situación de «lamentable» e «injustificada», al tiempo que explicaban que más de 2.000 vuelos (de los 2.337 programados) operaron con normalidad. Un 85% del total después de que se confirmara que los pilotos holandeses secundaban los paros, pero sin llegar a tener que cancelar ningún vuelo. Por ello, la aerolínea habló ayer de «normalidad» durante toda la jornada, aunque, al cierre de esta edición, no facilitaron datos concretos del impacto real que tuvo la huelga en su actividad. Una jornada más que Ryanair «salva» ante la amenaza de caos en los aeropuertos. Todo ello bajo el panorama de que, en el mismo documento en el que Ryanair abogaba por las huelgas, se señalaba que se preparaban para más paros en septiembre. Suma y sigue sin visos de acuerdo con la compañía.

Asimismo, estas movilizaciones se unieron a la denuncia por parte de Ryanair contra los controladores aéreos: en un comunicado, la aerolínea clamó que estos empleados en Francia, Alemania, Reino Unido, España y Croacia forzaron el retraso de más de 380 vuelos de la compañía. E instaron a la Comisión Europea y los gobiernos de dichos territorios a tomar medidas contra esta situación.

En España, la huelga cosechó el apoyo del sindicato de pilotos y la advertencia a Ryanair de que han de indemnizar a los perjudicados. El Ministerio de Fomento, y Pedro Sánchez por Twitter, alertaron a la aerolínea de que los usuarios tienen derecho a ser compensados, o de lo contrario dará lugar a «la apertura de expediente sancionador».
Source: ABC

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