Lidl revoluciona la granja avícola al impulsar el bienestar animal

El Tratado de Lisboa introdujo en 2009 la obligación en la UE de poner en marcha políticas en defensa de los animales como seres «sensibles» o «sintientes». Respecto al resto de países europeos, los españoles llegamos algo retrasados en procurar el bienestar animal, aunque en las últimas semanas se han dado dos pasos de gigante en ese sentido. El Congreso de los Diputados aprobó por unanimidad modificar el Código Civil para reconocer a los animales como «seres vivos dotados de sensibilidad» en lugar de cosas. Y la cadena de supermercados Lidl ha sido la primera en España en garantizar que no vende huevos de gallinas enjauladas, adelantándose en siete años al consenso del mercado, después de que Mercadona se comprometiera a hacer lo mismo en 2025.

La apuesta de Lidl por la sostenibilidad y la ética animal arrancó hace cinco años, cuando trasladó su experiencia en otros países europeos a cuatro proveedores españoles, como Explotación Avícola García Puente y Granja San Miguel. Luis Alberto García, gerente de la primera empresa, señala a ABC que se sumaron al proyecto de Lidl porque «apostar por el bienestar animal es apostar por el futuro». Ahora, el 25% de su producción de huevos procede de gallinas criadas en el suelo. Tras una inversión de los proveedores de 10 y 11 millones de euros, respectivamente, ambos se han situado a la vanguardia del sector. Un desafío que estas empresas emprendieron en plena transformación de la granja avícola española para adaptarse al reglamento europeo que obliga desde 2013 a que los huevos de las gallinas enjauladas tengan un hábitat algo más confortable entre los barrotes.

Desde que Lidl comenzó el cambio en el suministro de sus huevos, los procedentes de gallinas enjauladas han bajado en España del 93% en 2016 hasta un 87% en enero de 2018. Un porcentaje que irá decreciendo a medida que el resto de enseñas de distribución sigan esta tendencia de alimentación ética y sostenible. No en vano, la consultora Kantar Worldpanel señala que 7 de cada 10 hogares españoles prefiere consumir huevos libres de jaula.

Frente a los 44 millones de gallinas españolas que mayoritariamente ponen huevos enjauladas, la media de la UE indica que el 44% de sus ponedoras están libres de barrotes. «En Holanda y Alemania, por ejemplo, tienen porcentajes del 90% y el 82%, respectivamente», señala Miguel Paradela, director general de Compras de Lidl, para quien la sostenibilidad y el bienestar animal son «ejes clave de nuestro compromiso de ofrecer calidad al mejor precio».

Más trabajo e igual precio
Producir huevos con gallinas en el suelo supone instalaciones abiertas, sin barrotes, y requiere el manejo de los animales desde que nacen en libertad, puesto que un ave enjaulada se siente perdida fuera de su reducido hábitat. Por lo tanto, se trata de una producción que requiere más cuidados y unos empleados más profesionales, pero no se venden más caros. Yolanda Sanz, veterinaria de Explotación Avícola García Puente, aclara que un huevo producido en jaula «es igual de bueno y seguro que otro de gallina libre, siempre que el animal sea de la misma raza, edad y haya comido lo mismo». El factor diferencial entre uno y otro es el ético y moral. La experta asegura que ver las gallinas picotear y revolotear por el suelo retrotrae al corral de nuestros ancestros.

Para Javier Moreno, director de la ONG Igualdad Animal, «la decisión de Lidl supone un punto de inflexión en el sector y un compromiso pionero para reducir el sufrimiento que padecen las gallinas enjauladas». La entidad de certificción, AENOR, ha concedido a Lidl el primer sello «Bienestar Animal», que acredita a la compañía y a sus proveedores de huevos de gallinas criadas en suelo.
Source: ABC

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