Cuba, los nubarrones de incertidumbre no impiden apreciar la oportunidad

El empresariado español se sumerge de lleno en el complejo entramado que representa la economía cubana. Entre la oportunidad y el riesgo que significan las inversiones en la isla caribeña, la empresa española parece convencida de dejarse llevar por las puertas que se abren por las oportunidades de la apertura económica de un país que arrastra un déficit crónico en infraestructuras de todo tipo: urbanas, público-estratégicas y, por supuesto, tecnológicas. Además de un persistente problema de desabastecimiento de materias primas.

En su reciente visita a La Habana, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha puesto de perfil ante la falta de libertades políticas en la isla, que no se paliarán con una apertura que solo se dejará sentir en materia económica. Un desgaste político que ha asumido llegando a calificar de «prioridad» las relaciones con Cuba. El viaje de Sánchez podría resumirse en un objetivo: mejorar el entorno empresarial para la implantación de las compañías españolas en el país.

Hacer negocios en Cuba requiere paciencia y una presencia constante

El carácter comercial impregnó todo el viaje, hasta el punto de que Sánchez desplazó en el avión presidencial a representantes de 24 compañías con intereses en la isla. España va camino de superar a Venezuela y convertirse en el segundo socio comercial de Cuba solo por detrás de China. Donde más se nota la presencia de la empresa española es en el sector hotelero. Pero existe un gran interés por diversificar esta participación.

Pero antes de hablar de futuro había que solucionar los problemas presentes. La falta de divisas y el derrumbe de Venezuela, socio tradicional, se ha convertido en un problema crucial para la modernización que persigue la economía cubana. Una situación que se ha traducido en impagos y que afecta también a las compañías españolas, en muchos casos de pequeño y mediano tamaño. La situación afectaba también de forma muy reciente a la Administración pública española, porque Cuba había realizado un impago de unos 15 millones de euros al ICO y CESCE. La cantidad es pequeña, «pero en el momento en que se produce un impago no se pueden dar más créditos», planteaban fuentes gubernamentales. Tras la visita, en el Gobierno se asegura que Cuba se ha comprometido a resolver esta situación antes de fin de año.

Acuerdo político
En el ámbito público la situación está muy saneada tras los acuerdos del Gobierno de Mariano Rajoy. España cerró en noviembre de 2015 un acuerdo de reestructuración de deuda a corto plazo por un importe de 201 millones de euros, de los que se condonaron 118 millones y otros 40 millones de euros pasaron a integrar un Fondo de Contravalor de Deuda. Posteriormente, en el marco del Club de París, España reestructuró 2.444 millones de euros de deuda a medio y largo plazo, de los que condonó 1.492 millones y se accedió a constituir un segundo Fondo de Contravalor por un importe de 375 millones de euros. Es decir, en fechas muy recientes España ha perdonado a Cuba 1.610 millones de euros.

Pero cuestión distinta y más compleja es la que afecta a las compañías privadas. Y aunque tras la visita gubernamental también existe el compromiso de resolución, no existen fechas concretas. Durante el desayuno de la delegación empresarial con el presidente del Gobierno, este asunto centró buena parte del coloquio.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, saludando a un grupo de ciudadanos en La Habana

REUTERS
El presidente del Comité Empresarial Hispano-Cubano, Jaime García Legaz, pidió al Gobierno español «un esfuerzo mayor» para establecer nuevos instrumentos de crédito que ayuden a paliar los problemas de las empresas españolas en Cuba, a las que el Estado caribeño adeuda unos 300 millones de euros. García Legaz destacó que las potentes exportaciones de España a Cuba «se sustentan en muchas pymes que exportan cantidades modestas y que están pasándolo regular por los impagos que se vienen acumulando».

Se puso en valor en este foro que se hayan puesto en marcha mecanismos como los créditos CESCE y la línea crediticia del Banco Sabadell para empezar a corregir la situación, pero se instó al Gobierno a que «se apuren otros instrumentos similares para intentar hacer frente a ese volumen» de impagos.

Etapa ilusionante
El presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, fue el que mejor sintetizó lo que la empresa española piensa de la inversión en Cuba: hay problemas pero no aprovechar la oportunidad no es una opción. Bonet aseguró que el compromiso de las empresas españolas con Cuba «no responde a coyunturas, sino a profundas afinidades» y vaticinó una «etapa ilusionante» en la relación comercial entre territorios. Reconociendo el «entorno desfavorable» de la economía del país americano, esencialmente el desplome de Venezuela y las nuevas tension con la Administración Trump, insistió en la cuestión de la deuda con las empresas «pueda resolverse cuanto antes».

En los diversos foros con los que contó esta visita, tanto el Gobierno como los empresarios trasladaron a las autoridades cubanas la importancia de que la reforma constitucional del país caribeño, que se votará en el mes de febrero, incorpore los requisitos de seguridad jurídica y la estabilidad regulatoria en lo que respecta a la inversión extranjera.

De los testimonios de empresarios salió un consejo: hacer negocios allí es especial y requiere «paciencia»

Las jornadas también facilitaron que se avanzase en algún gran proyecto. «Cuba se ha comprometido a enviar una lista de proyectos prioritarios que quieren reservar para España», aseguran desde el Gobierno. Se apunta a que AENA podría participar en la gestión de cuatro aeropuertos que se van a licitar: Varadero, Santiago, Santa Clara y Holguín. Además se está negociando que Repsol abastezca de gas licuado a la isla. Y, en principio, también las conexiones ferroviarias cortas, ya que las de larga distancia son para Rusia.

Pero sin duda una de las cuestiones más relevantes fue la firma de un preacuerdo para la creación de una empresa mixta entre el Gobierno cubano y una compañía española para producir en suelo cubano y suministrar un tercio de los productos avícolas que consume la isla.

De los testimonios de varios empresarios salió también un consejo: hacer negocios allí es especial y requiere «paciencia». García Legaz defendió que «se requieren procesos muy largos de maduración y es importante tener una presencia constante. Hay que perseverar, tener presencia local y contactos de una forma continua. Si no, el fruto no es el deseado».
Source: ABC

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