La decisión de la European Union Aviation Safety Agency (EASA, en inglés) de suspender todas las operaciones del Boeing 737 MAX 8 en el espacio aéreo europeo desde las 7 de la tarde de este martes, en línea con lo anunciado por países como China y Singapur ha puesto en el punto de mira a un aparato, que este fin de semana protagonizaba por segunda vez en medio año otro siniestro aéreo en el que fallecían 157 pasajeros en Etiopía. Entre las víctimas mortales, dos españoles.
Para aclarar los pasos que va a seguir la EASA y las consecuencias que puede tener para el fabricante, la paralización de operaciones con el Boeing 737 MAX 8 por parte de aerolíneas como Ethiopian Airlines o en países como China o Singapur. Para ello, hemos hablado con Vicente Padilla, vicedecano del Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos de España (Coiae):
¿Qué le parece la decisión adoptada por la European Union Aviation Safety Agency (EASA, en inglés) de suspender las operaciones con el Boeing 737 MAX 8?
En estos casos prima la prudencia sobre cualquier cosa, sin llegar a la histeria y ahora es lo que debe hacer, tanto el fabricante americano como el país del que venga el aparato, es demostrar que no hay problemas porque para volar en Europa hay que pasar algunos test o pruebas. Lo que hace la EASA es pedirle a Boeing que dé garantías de que todo está correcto, de que tienen controlado el aparato y el sistema. Y ahora estarán trabajando en ello.
¿Cómo pueden afectar los últimos sucesos a Boeing?
Boeing tiene un problema de imagen que debe gestionar y que afectará a su reputación, ya que muchas aerolíneas están dejando de operar con el modelo involucrado en el siniestro. Lo que ha sucedido con este avión nuevo es muy extraño que suceda y efectivamente ya esta afectando a la marca, ya que muchas aerolineas han dejado de operarla.
De cualquier modo, ahora se está investigando lo que ha pasado como sucede siempre que hay un accidente y que cuando se conozca la causa, esta se corregirá de inmediato. Boeing va a tener que trabajar en qué ha sucedido, descubrirlo y enmendarlo, pero dudo mucho que esto afecte al empleo o que se acabe cancelando el proyecto.
¿Podemos confiar en las decisiones de organismos como European Union Aviation Safety Agency (EASA) o su homóloga estadounidense la Agencia Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA)?
Si la Agencia Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, en sus siglas en inglés) tuviera dudas de la fiabilidad del Boeing 737 MAX 8 ese avión estaría en tierra, y no sería la primera vez que no le tiemba el pulso ni a la FAA ni a la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA, por sus siglas en inglés) para dejar en tierra un avión, tal y como ha hecho esta última ahora. Por ejemplo, cuando estalló el Challenger se paralizaron todos los vuelos de ese tipo de nave espacial.
El control de calidad de la industria aeronáutica es de las mejores del mundo: en caso de fallo se puede saber quién fabricó cada tornillo o el pegamento de cada pieza. Además cuando el avión está ya operativo está sometido a estrictos sistemas de mantenimiento cada X horas de vuelo. Sin embargo, un fallo técnico es raro aunque muy escandaloso y mediático. He trabajado allí y confío en Boeing: el sector del transporte aéreo vive de la confianza y la transparencia. Lo peor que le puede ocurrir a un fabricante es que le suceda como con la industria del automóvil y se descubra que ha estado ocultando algo: Sería el fin de la compañia.
¿Cómo proceden las comisiones encargadas de investigar este tipo de accidentes?
Se crea una comisión internacional en la que suelen estar presentes especialistas del país en el que ocurre el siniestro, del fabricante de la aeronave y del país del aparato, la cual no cesa su trabajo hasta averiguar lo que ha ocurrido. Cada vez que hay un accidente especular es peligroso por eso se acude a especialistas que investigan la certeza absoluta. Ellos nos lo dirán todo
Source: ABC