Las cifras de cáncer descienden en Estados Unidos

Cada año, la Sociedad Americana de Oncología estima la incidencia y mortalidad por cáncer para el año que acaba. A pesar de que estas estimaciones constituyen una aproximación razonable de las cifras del cáncer en ese país, es fundamental tener en cuenta que se trata de modelizaciones a tres o cuatro años vista basadas en los datos de incidencia y mortalidad que no están actualizados (los datos de incidencia recogen los tumores ocurridos hasta 2014 del programa Nacional de Registros de Cáncer y los de mortalidad recogen los proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística hasta el año 2015). En cualquier caso, se destaca en el artículo original que la incidencia del cáncer entre los años 2005-2014 se estabilizó en mujeres y experimentó un descenso de aproximadamente un 2% anual en hombres; mientras que la mortalidad se redujo entre 2006 y 2015 en un 1,5% anual tanto en hombres como en mujeres. La tasa de mortalidad combinada por cáncer entre 1991 y 2015 se redujo hasta un total de 26%. Cabe destacar las inequidades y sesgos sociales y raciales detectados en EE UU.

¿Serían estas tendencias similares en España? Es importante tener en cuenta que estas estimaciones deben tomarse con cautela, especialmente a la hora de establecer comparaciones con otras estimaciones ya que puede haber diferencias metodológicas importantes. Además al tratarse de estimaciones basadas en datos de 2014 para incidencia y 2015 para mortalidad, no reflejan cambios en detección o el efecto de los avances terapéuticos más recientes. Evidentemente los datos no son exactamente superponibles a los de nuestro medio, ya que por ejemplo la causa más frecuente en varones en España para el año 2017 (últimos datos disponibles del INE) es el cáncer, por delante de las enfermedades cardio-vasculares; mientras que estas últimas son la causa más frecuente de muerte en EE UU tanto en varones como en mujeres.

Por otra parte, la implantación de determinados programas de detección precoz no puede considerarse equivalente. Por ejemplo, el programa de detección de cáncer colorrectal, que ha supuesto una reducción significativa de la incidencia de este tumor, mediante la detección y extirpación de lesiones premalignas, no se beneficia aún en nuestro país de una base de implantación tan amplia; aunque sin duda se están logrando importantes avances en este sentido. Por otra parte, determinados hábitos tóxicos como la reducción del hábito tabáquico que ha conducido a una reducción de la incidencia y mortalidad por cáncer de pulmón, no es necesariamente superponible.

Podríamos destacar, sin embargo, que las grandes tendencias (supervivencia a los cinco años > 99% para el cáncer de próstata, 90% en mama y melanoma etc. frente a la baja supervivencia en cáncer de páncreas o hepatocarcinoma) sí serían similar en nuestro país. Otros aspectos como la brecha amplia racial y económica en la supervivencia del cáncer no son de aplicación en nuestro medio debido a la universalidad de nuestro sistema sanitario. Tal y como destacan los autores del estudio, la lucha contra el cáncer requiere la aplicación de los conocimientos adquiridos de forma universal, el cese del hábito tabáquico y la implantación de los sistemas de detección precoz de cáncer cervical y colorrectal, así como la vacunación de VPH en toda la población.

Source: A tu salud

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