El Banco de Inglaterra pregunta a Santander, Sabadell y el resto de bancos en la City por sus planes ante el Brexit

Las autoridades financiaras británicas y europeas permanecen alerta ante el impacto que pueda tener el Brexit en el sistema bancario. El Banco de Inglaterra y la Autoridad de Conducta Financiera (FCA, por sus siglas en inglés), los supervisores bancario y de mercados británicos, han contactado este jueves con bancos, gestores de activos y empresas de inversión ubicadas en la City, entre ellos Santander UK y TSB, filiales británicas del Santander y el Sabadell, ante la crisis política desatada en Reino Unido tras el principio de acuerdo alcanzado por la primera ministra, Theresa May, con Bruselas para ejecutar la salida de la isla de la Unión Europea. En esas llamadas, según informa «Financial Times», los reguladores han preguntado a las entidades por su exposición a la libra y otras posiles vulnerabilidades ante un posible «shock» en los mercados.

La preocupación de las autoridades, según el rotativo británico, es que se mantenga la liquidez y la estabilidad financiera en caso de un Brexit abrupto que desate el pánico en los mercados. La respuesta generalizada de la City ha sido que el sector bancario está bien preparado para afrontar esas eventualidades. El Banco de Inglaterra ha señalado en varias ocasiones que los bancos británicos están bien capitalizados para afrontar las consecuencias del Brexit, pese a que las entidades del país fueron de las que más han sufrido en los últimos test de estrés europeos, publicados a principios de este mes.

Además, la Junta Única de Resolución (JUR) europea, institución encargada de resolver bancos en apuros como en el caso del Popular, ha publicado este jueves un documento con sus recomendaciones para el sector bancario en el escenario del Brexit. La autoridad dirigida por Elke König plantea, entre otras cosas, que las entidades puedan tener más tiempo para alcanzar los nuevos requisitos de capital si debido a la salida de Reino Unido de la UE no pueden cumplirlos a tiempo. La fecha tope era en principio 2020.

En esa fecha los bancos europeos deben tener un mínimo de fondos propios y pasivos admisibles (MREL), comúnmente denominados colchones de capital, para garantizar que en caso de ser intervenidos pueden absorber las pérdidas y evitar así un rescate pagado por el contribuyente. Sin embargo, cuando el Reino Unido abandone la UE, los instrumentos financieros emitidos bajo ley británica que los bancos de la Eurozona usan para construir estos colchones podrían dejar de computar para el MREL, puesto que pasarían a ser de un tercer país.
Source: ABC

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