Los falsos mitos sobre el ahorro y la inversión

La mayor parte de las personas no ahorra porque no dedica el tiempo y el esfuerzo a realizar unos cálculos básicos sobre los ingresos y los gastos, y porque no está dispuesta a hacer algunos sacrificios, normalmente más fáciles de asumir de lo que se cree. Desde Fidentiis Gestión presentamos 7 aspectos a considerar para empezar a fomentar el ahorro, con motivo del Día Internacional del Ahorro, el próximo 31 de octubre.

1.- No tengo tiempo

Al principio, puede que lleve algo más de tiempo hacer un presupuesto con una estimación de ingresos y gastos. Después de eso, simplemente hay que hacer un seguimiento y dejar que las matemáticas se encarguen del resto.

Si se está demasiado ocupado como para hacer de la situación financiera presente y futura una prioridad alta, entonces sería interesante plantearse para qué se tiene tiempo. ¿Cuánto tiempo se dedica al bienestar físico y al deporte? Compárese con el que se dedica al bienestar financiero.

2.- Me da mucha pereza

Dedicarle tiempo a los números es aburrido y muchas veces lo dejamos para otro momento, o lo delegamos en la pareja o en algún familiar. Pero hay otras cosas más pesadas, como tener que dedicar tiempo a buscar otra casa más pequeña u otro colegio para los niños porque en su momento no se hizo una estimación correcta de lo que se podía pagar de una hipoteca que iba a vivir con nosotros durante 20 años. O tener que hablar con familiares y bancos para buscar financiación para ese gasto extraordinario que no se había previsto. ¿Alguien conoce algún caso cercano?

3.- Lo tengo en la cabeza

Sé más o menos lo que gasto cada mes y si podré destinar a final de año algo para el plan de pensiones o de jubilación. ¿Se imaginan a un director financiero diciéndole al CEO de la compañía que tiene el presupuesto en la cabeza, que sabe más o menos cómo acabará el ejercicio, y que puede visualizar las proyecciones a 5 años? Estaría despedido antes de terminar la reunión.

La gestión de las finanzas personales exige una disciplina personal que pronto se convierte en una simple rutina.

4.- No sé nada de finanzas

¿A que nadie tiene problemas en calcular el presupuesto cuando se va de vacaciones? ¿Y a que casi siempre se deja un margen por si hay un gasto extra sobre lo inicialmente presupuestado?

No es necesario saber de finanzas para saber lo que se ingresa y lo que se gasta hoy, ni para hacer unas sencillas estimaciones de lo que se ingresará y se gastará en el futuro, ni para calcular qué colchón financiero se necesita en caso imprevistos como una situación de desempleo o un gasto extraordinario.

Para ahorrar no hace falta saber de finanzas, y para invertir lo que se tiene ahorrado siempre se pueden suscribir fondos de inversión donde la gestión está delegada a profesionales, consultar a un asesor financiero, o utilizar algunas de las herramientas digitales que se están extendiendo.

5.- El asesoramiento financiero es caro

¿Comparado con qué? ¿Cuánto cuesta al mes un gimnasio? ¿Y una consulta de un médico especialista? ¿O una buena sesión de peluquería?

Tener un cierto nivel de bienestar o tranquilidad financiera es menos costoso de lo que se piensa. Una reunión con un asesor financiero una o dos veces al año puede ser más que suficiente.

6.- Con todos los gastos que tengo es imposible ahorrar a final de mes

No lo es si hacemos el ejercicio mencionado anteriormente. Una vez que vemos sobre el papel en qué gastamos nuestro dinero, y cuáles son los gastos que se llevan la mayor parte, la lista es innumerable en las partidas que se pueden ajustar.

Y ante nuevos gastos importantes (casa o coche por ejemplo), que van a vivir con nosotros muchos años, más vale no apurar nuestra capacidad de endeudamiento al día de hoy, sino ajustarla a la estructura de gastos que pensamos tendremos en el futuro.

7.- Pensar en la jubilación y que no me llegará la pensión me produce angustia

Quizá este sea el único “no mito”, así que más vale no perder ni un día: hay que empezar por calcular cuál será la estructura de gastos prevista para ese día, más que probablemente inferior a la de hoy, y solo con eso ya veremos que serán uno euros menos los que necesitaremos.

Y para terminar, una frase de Warren Buffet “No ahorres lo que te sobre después de gastar, gástate lo que te quede después de ahorrar”.
Source: ABC

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