El icono estadounidense RuPaul saca a las drag queens del armario

Retenida durante mucho tiempo dentro de los confines de los bares gay, la cultura drag queen se está esparciendo rápidamente en Estados Unidos, impulsada por la más famosa de todas, RuPaul, y su show de televisión de culto.

El icono estadounidense RuPaul saca a las drag queens del armario

Cerca de 50.000 personas acudieron a Nueva York a fines de septiembre para DragCon, una convención dedicada a todas las cosas drag, solo cuatro meses después de un evento similar en Los Ángeles.

«No lo hubiera predicho ni siquiera hace cinco años», dice Raymond Alvarez, uno de los asistentes a la reunión en Nueva York. «En cierto modo es algo surrealista. Es algo muy específico».

La historia de las drag queens -personas, generalmente hombres, que se visten con ropas de mujer y adoptan estereotipos femeninos exagerados, a menudo en representaciones teatrales- se remonta a más de un siglo atrás.

Los orígenes de la cultura son inciertos.

Hasta hace poco, las drag queens estaban casi exclusivamente asociadas a hombres homosexuales y a la cultura underground, con algunas apariciones ante el gran público como el musical «La Jaula de las Locas», que inspiró la película del mismo nombre.

Pero el reality «RuPaul’s Drag Race», lanzado en 2009, hizo que esa cultura tomara una nueva trayectoria.

Cada episodio de su décima temporada fue visto por un promedio de 723.000 espectadores, un récord.

También triunfó en los premio Emmy este año al obtener un puñado de premios incluyendo el del mejor reality show y mejor anfitrión para RuPaul.

«Cuando salió ‘Drag Race’ por primera vez, la audiencia era de hombres gay o personas LGBT», dice la drag queen Lady Quesa’Dilla, también conocida como Alejandro Rodriguez, anfitriona del festival anual de Bushwig organizado en Brooklyn los últimos siete años.

«Y ahora se ha vuelto tan popular. Su principal audiencia son chicas de secundaria. Y creo que ahí radica su belleza».

Quienes vieron a Aquaria, la campeona de la temporada 10, provocando gritos de aprobación de adolescentes en el DragCon en Nueva York, estarían de acuerdo.

«Me gusta el maquillaje, el peinado. Estas son cosas que podemos hacer», dijo una adolescente, quien se identificó como Sarah.

«Es un poco llevado al extremo pero me gusta la creatividad allí».

Más exposición

Si bien la mayoría de las drag queens siguen siendo hombres, y el show de RuPaul solo está abierto a participantes masculinos, ahora hay mujeres cisgénero y mujeres transgénero que están participando.

«Es una celebración de la individualidad, de la rareza en todos nosotros», dice Randy Barbato, el cocreador de «RuPaul’s Drag Race» y de la DragCon.

Barbato, su socio Fenton Bailey y RuPaul han creado un verdadero imperio bajo el paraguas de World of Wonder Productions que incluso se extiende al extranjero.

«Le tenemos que dar el crédito a RuPaul y ‘Drag Race’ por… hacer mainstream el drag», dice Lae D Boi, una drag queen de Brooklyn que asistió al festival Bushwig.

«Es maravilloso porque nos permite ser capaces de hacer de esto un trabajo a tiempo completo porque hay más exposición».

A los 57 años, RuPaul -cuyo nombre de nacimiento es RuPaul Andre Charles- aparentemente está en la cima del mundo.

Un pilar en la escena drag durante tres décadas, RuPaul está logrando un gran éxito gracias a su carisma, una personalidad vibrante y un agudo sentido del humor.

Netflix, el gigante del streaming acaba de ofrecerle a «Mama Ru» una serie ficticia, «AJ and the Queen», que se estrenará en 2019.

Interpretará a una «drag queen que pasa por una mala racha» mientras viaja por Estados Unidos con un niño de 11 años, según Netflix.

Versiones de «RuPaul’s Drag Race» ahora existen en Tailandia y Chile, pero el trío detrás del fenómeno no quiere detenerse allí.

Ahora también operan la plataforma de video en línea WOW Presents Plus, dedicada a «Drag Race» y a la cultura LGBT. Está disponible en numerosos países.

«Se ha vuelto un poco superficial», dice Alvarez de la evolución de la cultura.

«Creo que mucha gente lo está haciendo solo por la atención porque ahora puedes hacer dinero, mientras inicialmente mucha gente del drag no lo estaba haciendo por dinero sino porque muchos querían expresarse».

Entonces, ¿que se ponga de moda significa que las drag queens deberán reducir su defensa de los derechos homosexuales, o deberán relegarlo al pasado?

Barbato dice que de ninguna manera. «Drag es la resistencia», dijo. «Es solo la resistencia con un bonito color y una actitud positiva. En Estados Unidos, en este momento, es más importante que nunca». AFP / RA

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Source: Informe21

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