La producción de hormigón preparado ascendió en 2017 a 18,93 millones de metros cúbicos, el 15,9% más que en el año anterior, un crecimiento que este año se ralentizará al 10% debido, fundamentalmente, a la inestabilidad política en España, según datos de la asociación de fabricantes Anefhop.
Aunque el sector se anotará su cuarto año consecutivo al alza, aún está lejos del récord que marcó en 2006, cuando la producción anual rozó 98 millones de m3, ha subrayado el director general de Anefhop, Carlos Peraita, quien, no obstante, ha reconocido que volver a esas cifras sería «irreal e insostenible».
En este sentido, ha explicado que una producción que aseguraría la sostenibilidad del sector debería rondar los 45 millones de metros cúbicos al año y para lograrlo haría falta que se reactivara la inversión pública en infraestructuras, así como que se dieran nuevos usos al hormigón, como, por ejemplo, la construcción del firme de las carreteras en sustitución del asfalto.
Según Peraita, el sector creció en 2017 gracias al tirón de la inversión privada y la recuperación de la construcción de viviendas y oficinas, ya que la licitación pública, aunque aumenta, no acaba de remontar y se mantiene muy por debajo de los niveles precrisis.
Así, mientras en 2006 el 70% de la producción de hormigón fue para infraestructuras y el 30% para edificios, actualmente, esta proporción se ha dado la vuelta. Esto es negativo, ya que el volumen de hormigón necesario para levantar un edificio es muy inferior al que se necesita para construir cualquier infraestructura.
En el primer semestre, la producción subió el 13,2 % y la tendencia que se observa es «decreciente» por lo que, de seguir así, «terminaremos el año con un crecimiento de sólo el 10 %, ha apuntado Peraita, quien ha achacado esta ralentización a la inestabilidad política por la situación en Cataluña, las dificultades de un Gobierno en minoría y la proximidad de las elecciones municipales.
«El sector se enfrenta a un alto nivel de stock de vivienda terminada, que impide el inicio de obra nueva en muchas zonas de España, y a un volumen muy bajo de obra civil», ha apuntado el directivo, quien ha pedido al Gobierno que elabore un plan a largo plazo de infraestructuras porque las obras puntuales sólo aportan «balones de oxígeno» y no dan estabilidad.
Source: ABC