Banco Santander continúa soltando el lastre del ladrillo. Si hace poco más de un año vendió el 51% de los 30.000 millones de euros en activos problemáticos y del negocio inmobiliario del Popular a Blackstone, la entidad presidida por Ana Botín ha culminado ahora la venta de una cartera de 37.500 viviendas adjudicadas , incluidos garajes y trasteros, a una filial de Cerberus. El fondo estadounidense ha valorado esos inmuebles residenciales en 1.535 millones de euros, el 55% del valor al que el Santander los tenía contabilizados.
La operación, que se prevé cerrar a finales de este año o en el primer trimestre de 2019, se estructurará mediante la cesión de esos activos a una o varias sociedades de las cuales Cerberus controlará entre el 51% y el 80% del capital social y el Santander el resto, de forma que el banco desconsolidará esos activos de su balance al no tener el control sobre ellos. Haya Real Estate, la sociedades de gestión de activos de Cerberus, se encargará de la gestión de esos inmuebles.
La transacción tiene un impacto inmaterial en la ratio de capital del Santander y en su cuenta de resultados, según ha explicado el banco en un comunicado. Además, supone un paso más para que el grupo financiero reduzca a cero su exposición inmobiliaria problemática en España. Tras esta venta, el Santander mantendrá en balance unos 7.300 millones de euros brutos en activos tóxicos.
Source: ABC