Cómo acabar con el infradiagnóstico del VIH

En un momento en el que el VIH ha pasado de ser una enfermedad mortal a convertirse en una enfermedad crónica, uno de los principales retos, a día de hoy, en la lucha por su control es la detección precoz. Y es que las personas con VIH no diagnosticadas son uno de los principales focos de infección, si no el más importante.

Como prueba un botón: según datos de 2016, se estima que en España viven en la actualidad entre 140.000 y 145.000 personas con la enfermedad, de las que aproximadamente una de cada cinco (18%) desconoce que está infectada. Esto supone unas 25.000 personas que no se benefician de un tratamiento antirretroviral y que, por tanto, están actuando como posibles transmisoras sin saberlo.

Estos datos plantean dos inconvenientes: uno de carácter clínico, porque a la persona con VIH que lo desconozca le van a seguir bajando las defensas, va a terminar desarrollando la patología y será más complicado su tratamiento; y otro de salud pública, porque esa persona está transmitiendo la enfermedad de forma inadvertida, lo que es la principal causa de su perpetuación.

Es por ello que España sigue teniendo un problema con la infección por el VIH: contamos con la prevalencia más alta de Europa Occidental, una tasa de infecciones nuevas superior a la media de la Unión Europea y de los países de Europa Central y la cifra de diagnósticos tardíos no ha bajado en los últimos siete años. Así, según el informe del Ministerio de Sanidad, en 2016 se detectaron 3.353 nuevos casos de infección por VIH en nuestro país.

Source: A tu salud

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