España impondrá una «tasa Google» aunque no haya un pacto europeo para fijarla

El Gobierno impulsará en lo posible la instauración de una nueva tasa sobre los negocios digitales, a pesar de que como ha dicho este sábado la ministra Nadia Calviño se trata de un tema «muy complicado técnicamente». La idea propuesta por la Comisión es la de implantar un impuesto general del 3% sobre la cifra de negocios de las grandes multinacionales de internet en los países donde lleve as cabo sus actividades. En la reunión informal de los ministros europeos de Economía una mayoría de países mantiene la esperanza de conseguirlo antes de fin de año, para evitar que el debate se mezcle con la campaña electoral europea. Para España se trata de un elemento esencial en su ambición de aumentar los ingresos del Estado, que es la clave de todas sus ambiciones para poder diseñar unos presupuestos expansivos y cumplir al mismo tiempo con los requisitos europeos de déficit. «No se trata solamente de la perspectiva recaudatoria -dijo- sino de un elemento plenamente consistente con nuestra estrategia de gobierno, que consiste en tener un sistema fiscal más justo».

El principal problema para el Gobierno socialista, que ha cumplido este sábado sus primeros cien días, es que este objetivo no está en sus manos, sino que requiere la unanimidad de todos los países de la Unión Europea. Por si acaso, Calviño no quiso ni siquiera mencionar cuanto esperan recaudar en el mejor de los casos, probablemente porque esto depende más del ministerio de Hacienda y lo que menos necesita el ejecutivo socialista son más muestras de descontrol y cacofonía interna. Lo que si reconoció la ministra es que el anterior gobierno popular ya había incluido esta tasa en el anteproyecto de presupuestos para 2019. En estas cuentas se había cifrado en unos mil millones anuales los ingresos posibles por este concepto, aunque en el ámbito europeo no hay nadie que se atreva en estos momentos a dar una cifra concreta.

En todo caso, Calviño insistió en que el Gobierno tiene planes de implantar este impuesto a los gigantes de internet en cualquier caso. «España participa intensamente en los trabajos del G20 de la OCDE y de la UE, pero la intención es no esperar que haya un acuerdo global para ponerlo en marcha» a escala nacional. El ejecutivo ya trabaja «en un borrador de impuesto digital y estamos viendo como calibrarlo. El Ministerio de Hacienda junto con otros ministerios estamos trabajando para tratar de hacer el mejor diseño técnico posible».

El hecho de que estén en marcha trabajos para hacerlo a gran escala, sobre todo en el seno de la OCDE, es el argumento que utilizan algunos países europeos para seguir poniendo obstáculos a una regulación europea. Francia ha propuesto en esta reunión que se añada una cláusula al proyecto de la Comisión Europea que prevea que esta regulación desaparecería automáticamente en el momento en el que entrase en vigor otra a escala internacional. En lo que la mayoría de países están de acuerdo es en el concepto de cambiar el concepto de base impositiva, para abandonar el criterio de tasar los beneficios y trasladarlo a la cifra de negocios en el lugar donde se lleva a cabo la actividad. En este campo, Alemania ha suscitado ciertas dudas sobre cómo hacer compatible este análisis con la protección de datos de los clientes. Más aún en el caso de que se quiera tasar también la compraventa de datos.

La principal oposición a este proyecto viene por parte de Irlanda, que es donde muchas de esas empresas repatrian sus beneficios para ampararse en su baja fiscalidad. Sin embargo, los países nórdicos, que habitualmente tampoco lo veían con simpatía, han empezado a cambiar de bando. Hay países como Italia que ya han aprobado un proyecto similar pero aún no ha entrado en vigor y en Francia existe en sectores parciales como la distribución audiovisual. El modelo que sigue España, según explicó la ministra, se basa en el proyecto que elabora la propia Comisión Europea.

Los ministros disponen aún de varias reuniones antes de fin de año para ver si es posible avanzar en el proyecto, pero es probable que antes de imponer esta tasa digital se llegue antes a un acuerdo sobre otros asuntos igual de espinosos, como adelantar a diciembre la creación del fondo de respaldo del mecanismo de resolución bancaria, también conocido como ‘backstop’, con el objetivo de seguir avanzando en la reforma de la unión económica y monetaria. La ministra insisitó en que ella está convencida de que «el momento de hacer reformas es ahora», aprovechando el buen momento de la economía. Pero parece que en materia de política nacional, en vez de reformas el principal objetivo es subir la recaudación, es decir aumentar impuestos, para poder expandir el gasto.
Source: ABC

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