¿Terminó el ciclo victorioso de Loew con Alemania?

AP

Desde que tomó las riendas de Alemania, Joachim Loew no sólo le imprimió dinamismo a la selección sino que comenzó a cosechar triunfos a granel, incluida la cuarta estrella en la camiseta tras la consagración en Brasil.

Aunque varias de las figuras de ese cuarto título mundial no estaban ya activas para traerlas a Rusia, Alemania llegó con todas sus credenciales para defender el cetro. Además, tenía en la banca a Loew, un entrenador sinónimo de éxitos.

Sorprendentemente, Alemania cayó en la maldición de los campeones y se fue eliminada en primera ronda el miércoles, tras su derrota por 2-1 ante Corea del Sur. Se convirtió en el cuarto monarca que no sobrevive a la etapa de grupos en los últimos cinco mundiales, tal como pasó con Francia en 2002, Italia en 2010 y España en 2014.

La debacle dejó la interrogante sobre cuál será el futuro de Loew al frente del cuatro veces campeón mundial.

Con la actitud caballerosa de muchos entrenadores tras un descalabro, Loew se echó inmediatamente la culpa por el inesperado revés, aunque aclaró que las conclusiones finales y posibles decisiones sobre el futuro las dejará para después.

«Obviamente tengo que asumir la responsabilidad de lo sucedido», reconoció el técnico de 58 años. «Necesito un par de horas para entender… no esperaba una derrota con Corea del Sur, estaba optimista, la desilusión es enorme para mí también, esperaré hasta mañana y habrá conversaciones».

En realidad Alemania comenzó a dar serias alarmas de que su engranaje no andaba bien y de que algunos titulares parecían fuera de su mejor forma después de caer por 2-1 en su estreno ante México. Los alemanes se repusieron en el partido siguiente con un triunfo agónico contra los suecos, gracias a un gol de tiro libre, de pizarrón y convertido por Toni Kross. En realidad, ese será el único recuerdo destacado de los cuádruples campeones en Rusia.

Frente a Corea del Sur, Loew recurrió a una combinación de veteranos y jóvenes, pero al igual que ante México, fue un equipo lento durante buena parte de la primera mitad y con escasas ideas ofensivas. Su motor en el mediocampo ofensivo, Mesut Oezil, no tuvo su mejor exhibición y sus habilitaciones al área terminaban en nada.

Los cambios tampoco le rindieron frutos a Loew esta vez, incluido el de Mario Gomez que no estuvo afinado ni contundente cuando se le presentó al menos una buena ocasión frente al arco.

«Merecíamos ser eliminados», aseguró Loew.

Es una declaración que cuesta digerir si se toma en cuenta el historial de éxitos del entrenador, un exjugador que no llegó a formar parte de la selección de su país pero que comenzó a abrirse por lo derecho en lo técnico desde que fue sumado por Jurgen Klinsmann a su equipo en 2004.

Tras el Mundial del 2006, donde la local Alemania quedó eliminada ante Italia y tras la salida de Klinsmann, le llegó la oportunidad a Loew que siguió tratando de cambiar las estructuras y la imagen del fútbol alemán.

Lo consiguió. Está por verse si el ciclo se ha cerrado.

Source: Meridiano

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