La Cámara de Comercio alemana ve en el nuevo gobierno español «otro quebradero de cabeza»

«Para las empresas alemanas, la nueva crisis política en España es motivo de un nuevo quebradero de cabeza», ha dicho el responsable de economía internacional de la Asociación Alemana de Cámaras de Industria y Comercio (DIHK), Volker Treier. Tras conocer el resultado de la moción de censura, los analistas alemanes advierten acerca de un nuevo factor de incertidumbre sobre el euro. «España recibe su gobierno más débil en décadas», ha titulado el diario salmón Handlesblatt. «Tormenta sobre Europa», era el juicio de Klaus-Dieter Frankenberger para Frankfurter Allgemeine. Pero si hay un elemento que augura turbulencias, en opinión de la DIHK, es la nueva deriva que pueden tomar los acontecimientos en Cataluña, debido a las hipotecas con las que llega al Palacio de la Moncloa el socialista Pedro Sánchez. «Tras los avances en el conflicto abierto con el Gobierno regional de Cataluña, ahora se incrementa de nuevo la incertidumbre», señala Treier, que cuenta con información de primera mano tras la visita a Berlín de una delegación de Empresarios de Cataluña.

Comandados por el presidente de la asociación, Josep Bou, han acudido a la capital alemana a explicar en círculos económicos como la DIHK y la patronal alemana (BDI) «cómo la aplicación del artículo 155 ha salvado a la economía de Cataluña» y a corregir la versión separatista de los hechos, muy extendida en Alemania. Las reuniones programadas en Berlín coincidieron con la votación de la moción de censura en el Congreso y su resultado ha sido calificado aquí por Bou como «muy preocupante» por el hecho de que «un partido con 84 diputados no tiene fuerzas suficientes para legislar y gobernar y estará hipotecado por todos los lados, por gente que quiere destruir la nación». «Que no tengan miedo, que convoquen elecciones, que la gente vote y que pueda formarse un gobierno estable, esa sería ahora la mejor de las alternativas», decía Bou.

Tanto los empresarios catalanes como los alemanes matizan que un gobierno del PSOE no es motivo de preocupación, puesto que se trata de un partido que ya ha gobernado en España y que ha demostrado sus aportaciones al progreso del país, pero todos ellos expresan reticencias hacia su «entorno», en relación a los socios en los que deberá apoyarse en esta situación de debilidad y en el que perciben «ideologías perversas», en palabras de Bou, «lo que hay que hacer es convocar elecciones, para que gobierne un partido con más poder, con más capacidad para poder gobernar, porque con tan pocos escaños estará sometido a una especie de macedonia política a la que no vemos ningún color ni futuro». «La política no forma parte de nuestro negociado», añadía el vicepresidente de Empresaris de Cataluña, Carlos Rivadulla, «lo único que pedimos es que se evite que en Cataluña se vuelva a prescindir del cumplimiento de la ley, lo básico».

El gobierno de Berlín, por su parte, ha expresado con corrección su agradecimiento a Rajoy «por las políticas que han devuelto a España al crecimiento» y ha saludado la llegada de Sánchez «confiando en que mantenga la relación de confianza y amistad con Alemania». Esas eran las palabras del portavoz Steffen Seibert. Más inquietud han expresado otras fuentes cercanas al gobierno, «a la espera de que nombre ministros y saber mejor a qué atenernos».

Y en el BCE, al que se incorporaba ayer Luis de Guindos justo a tiempo para salvarse de la quema en Madrid, no pasa desapercibida la posibilidad de que España, debido al inesperado cambio de gobierno, se quede sin voto en la próxima y decisiva sesión del Consejo, en la que se decidirá el calendario de la normalización monetaria el próximo 14 de junio en Riga. Los trámites de la moción tardarán al menos una semana y la decisión de elegir gobernador del Banco de España, miembro del Consejo del BCE, debería cerrarse antes de que pasen dos. Si se demora la elección, España se quedaría sin voto en la decisión sobre qué hacer con el programa de compras de deuda, que en principio termina en septiembre, por el que España ha recibido 241.601 millones de euros y por el que el BCE tiene ahora mismo en sus manos el 20% de la deuda pública española. Si se suspenden estas compras de bonos, lo normal es que el eurobanco ofrezca a cambio alguna alternativa cuya defensa no será tarea de guindos, sino del gobernador del Banco de España.

En Frankfurt, además, se ha extendido un rumor según el cual el nuevo gobierno español no respetará el pacto tácito entre los dos países que ha llevado al español de Guindos a la vicepresidencia del BCE y que, en contrapartida, imponía el apoyo de España a la próxima candidatura a la presidencia de la institución del ahora presidente del Bundesbank alemán, Jens Weidmann. Alemania tiene puestas sus esperanzas en ese nombramiento para mantener bajo control el proceso de retirada de los estímulos.
Source: ABC

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