Enfermería, cuando se cuida con el corazón

La enfermería es una profesión para la que podemos encontrar muchas definiciones diferentes, pero si hay algo que destaca en todas ellas es la importancia de la relación humana bidireccional entre una persona enferma y una enfermera que posee una formación especializada, para reconocer y responder a la necesidad de ayuda. El colectivo de Enfermería es uno de los pilares básicos de la Sanidad. Pero, ¿somos conscientes de cómo de importante es su papel en el cuidado de la Salud?

En febrero de este mismo año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Consejo Internacional de Enfermeras, han puesto en marcha la campaña «Nursing Now», un proyecto que se alargará hasta 2020 y cuyo objetivo es poner en valor la labor de estos profesionales en el abordaje de los retos de la salud del siglo XXI, con la participación de representantes de 16 países distintos. Es indudable que la enfermería desempeña un papel crucial en la promoción de la salud, así como en la prevención y el tratamiento de las enfermedades. Además, al ser los profesionales sanitarios más cercanos al paciente y sus familiares, cobran una especial relevancia a la hora de trabajar en una sanidad más humanizada, centrada en las necesidades individuales y el empoderamiento del paciente.

Resulta evidente que la atención sanitaria ha evolucionado de forma notable en los últimos años. En la actualidad, nos encontramos ante un sistema con una gran cantidad de recursos tecnológicos y avances que nos han permitido curar enfermedades antes mortales o, al menos, cronificarlas. En este sentido, la importancia de la inclusión del paciente en el proceso de su enfermedad es más necesario que nunca, dada la importancia de su colaboración, tanto por los conocimientos que llega a tener sobre su enfermedad como por la necesidad de la adherencia al tratamiento.

De hecho, para Quirónsalud, el modelo de asistencia sanitaria ha evolucionado yendo incluso más allá del manejo adecuado de la enfermedad para enfocarse también en la experiencia del paciente, así como la prevención y promoción de la salud. Es por eso por lo que la relación profesional-paciente, pilar de la profesión del enfermero, se convierte en una de las herramientas fundamentales para crear un vínculo especial basada en la comunicación efectiva (y afectiva) con los mismos antes, durante y después de la atención, y teniendo en cuenta sus necesidades individuales y sociales, y sus valores y preferencias.

Esta interacción constante se convierte en el eje articulador de los cuidados, tanto asistenciales, como tecnológicos que recibe el paciente y en la que factores como la escucha activa, la honestidad o la empatía son muy valorados y agradecidos. Desde la demanda informativa por parte de los familiares de los pacientes hasta la integración de los mismos en los cuidados, el papel de enlace de la enfermera entre paciente, familiares y médicos, y de los protocolos elaborados y llevados a cabo con éxito contribuyen a la mejora de la seguridad y calidad de la asistencia que recibe el paciente y a una mejor y más rápida recuperación.

La formación juega aquí un papel esencial. Una de las apuestas de Quirónsalud en esta línea es la creación, por un lado, de comités de expertos en temas concretos y de práctica diaria como la canalización de vías, úlceras de presión, triaje o cuidados de enfermería, basado en la taxonomía de «Nanda» (posibles diagnósticos de Enfermería al ingreso a trabajar con el paciente) NIC, NOC (Programación de los resultados esperados en las intervenciones con las actividades asociadas a las mismas) y, por otro, de los programas de formación específica que contribuyan a definir el nuevo rol de las directoras de enfermería y del modelo enfermero en la capacitación de los mandos intermedios para liderar planes de acción para mejorar la experiencia del paciente y que, finalmente, contribuya a aumentar las competencias de nuestros profesionales: actitud, aptitud y habilidades.

Una aportación y unas competencias, en definitiva, fundamentales en el sector de la salud y que se basa tanto en la experiencia que les da una formación sólida como el contacto directo día a día con una amplia variedad de pacientes y de sus familias, así como la observación de sus reacciones en un entorno que facilita la cercanía. Una cercanía que llega más allá de la prescripción de una pauta de cuidados y que es uno de los pilares que garantizan el éxito en nuestra apuesta, ya no por los pacientes, sino por las personas.

Source: A tu salud

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