Las protestas de tripulantes de cabina y pilotos pueden provocar otro caos en Ryanair este verano

La tensión entre Ryanair y sus tripulantes de cabina de pasajeros (TCP) amenaza la planificación veraniega de la aerolínea. El sindicato USO, que representa a estos trabajadores, ha anunciado este martes que se pondrá en contacto con otras organizaciones europeas para «trazar una estrategia común» de cara a posibles acciones en los próximos meses.

Los tripulantes de cabina han denunciado que, pese a mantener contactos desde hace 5 meses con la compañía, esta se ha negado a «recibir a los responsables y representantes del sindicato» para negociar un nuevo convenio colectivo. Ryanair, señala USO, «insiste en imponer quién, cómo y dónde debe de producirse la negociación».

Se trata de una posición que, según el sindicato, ha paralizado por completo el proceso. El sindicato considera que esta estrategia ha sido una forma de «ganar tiempo» y separar este conflicto del que también mantiene la compañía con los tripulantes de cabina portugueses. No hay que olvidar que la disputa que mantuvo Ryanair con sus pilotos este invierno estuvo a punto de desembocar en huelgas masivas en varios países europeos.

La negociación de un nuevo convenio no es el único aspecto que distancia a empresa y sindicatos. Los tripulantes de cabina de Ryanair, al igual que sus pilotos, denuncian que la aerolínea mantiene a sus trabajadores en un régimen laboral irlandés aunque operen y residan en España. Además, desde USO lamentan que la compañía haya rechazado incluir en la negociación colectiva y a los tripulantes temporales y subcontratados, que representan según sus cálculos el 70% de la plantilla.

Los pilotos, a juicio
Este conflicto se une al que mantiene abierto la compañía en España con sus pilotos. Y es que las negociaciones entre Ryanair y el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) para la firma del nuevo convenio también se han roto recientemente. Fuentes de esta sección, señalan que «la línea aérea no reconoce los días de garantía sindical», lo que en la práctica supone seguir sin considerar a la organización como un sindicato.

Ante esta situación, Sepla medita llevar el estatus laboral de la compañía ante la Audiencia Nacional. De hecho, si no se produce un acercamiento de última hora por parte de la empresa –que podría producirse en forma de reconocimiento al sindicato o garantizando que se modificará parte de este sistema laboral– el colectivo prevé que la demanda se formalice antes del 15 de junio.

Fuentes de Ryanair aseguran por su parte que la compañía «no valora las conversaciones que mantiene con sus empleados».
Source: ABC

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