El inicio de la temporada alta en Baleares ha coincidido, tal como estaba ya previsto, con un incremento del 100 por 100 en el impuesto sobre estancias turísticas en las Islas Baleares, coloquialmente conocido como la ecotasa. El hecho de que esta subida hubiera sido anunciada ya en septiembre del pasado año por el Ejecutivo que preside la socialista Francina Armengol no impidió que ayer, inicio de la temporada alta, numerosos turistas expresasen su sorpresa ante tal incremento.
El aumento tarifario significa que a partir de ahora los turistas pagarán, entre el 1 de mayo y el 31 de octubre, el doble de lo que habían estado abonando en los dos últimos años por la ecotasa. Cabe recordar que dicho impuesto entró en vigor el 1 de julio de 2016. Su aplicación implicaba hasta ahora el pago de entre 0,5 y 2 euros por persona y día, en función de la categoría del establecimiento hotelero.
A partir de ahora, la cantidad a abonar oscilará entre 1 y 4 euros por persona y día. Además, los cruceristas deberán pagar también la ecotasa, en concreto dos euros, con independencia del tiempo que permanezcan en las Islas. Hasta ahora, sólo estaban obligados a abonar el impuesto turístico los cruceristas que permanecían en Baleares más de 12 horas.
Las formaciones que apoyan a Armengol, MÉS por Mallorca, MÉS por Menorca y Podemos, están a favor de la subida de la ecotasa, mientras que la rechazan el PP, Proposta per les Illes (PI) y Ciudadanos. En el mismo sentido crítico se ha venido pronunciando el sector hotelero balear. Tanto la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) como la Asociación Hotelera de Palma y Cala Major, entre otras entidades, han expresado además su temor de que el incremento tarifario de la ecotasa pueda tener un efecto negativo en las reservas y en la llegada de visitantes al Archipiélago. Los hoteleros recalcan, asimismo, que a partir de ahora puede haber turistas que en el futuro opten por elegir otros destinos más económicos.
Desconocimiento
Según explicó ayer a los medios el presidente de la Asociación Hotelera de Palma y Cala Major, Javier Vich, directores y recepcionistas de distintos establecimientos tuvieron que explicar a sus clientes foráneos el citado incremento de la ecotasa, circunstancia que en algunos casos provocó sorpresa y en otros rechazo. En ese sentido, hubo quejas por parte de quienes desconocían o no habían sido informados previamente de los nuevos precios de la ecotasa. En ese contexto, un cliente de un hotel de Palma se negó ayer a pagar la subida del impuesto turístico, que finalmente será asumida por el propio establecimiento.
Por su parte, Armengol explicó ayer que la ecotasa «se cobra con toda tranquilidad, tiene un gran apoyo social y no genera problemas». Asimismo, indicó que lo recaudado «revierte en un fondo que se destina a la mejora de la calidad del medio ambiente de las Islas». El Gobierno balear prevé recaudar este año un total de unos 120 millones de euros con la ecotasa.
Esta es la segunda legislatura en que se está aplicando una ecotasa en Baleares. El único precedente cabe situarlo en la legislatura 1999-2003. En aquel mandato, el presidente autonómico fue el socialista Francesc Antich, gracias al pacto suscrito en su momento entre el PSOE, Unió Mallorquina (UM), el Partido Socialista de Mallorca (PSM), Izquierda Unida y Los Verdes.
Ese primer impuesto turístico, que se empezó a aplicar en mayo de 2002, fue derogado por el popular Jaume Matas en octubre de 2003, cuando accedió por segunda vez a la presidencia de la Comunidad. Antich volvería a ser presidente autonómico en la legislatura 2007-2011, con el apoyo de la coalición BLOC —antecesora de MÉS— y de UM, pero en aquel periodo no volvió a implantar la ecotasa.
Source: ABC