Italia evita el triunfo de Inglaterra con un penalti señalado con el VAR

Pero el veloz juego de los ingleses se estrelló con el VAR, al que tuvo que recurrir el colegiado alemán Deniz Aytekin para señalar el penalti del debutante James Tarkowski sobre Federico Chiesa, que propició el empate final.

Un empate por el que pocos se hubieran atrevido a apostar tras el dubitativo arranque del conjunto inglés, que en apenas quince minutos de juego concedió tras claras ocasiones de gol a los transalpinos.

Pero Ciro Inmobile ni fue capaz de aprovechar ninguna. Si en las dos primeras el delantero del Lazio se mostró excesivamente lento para castigar los errores de la zaga local, en la tercera el atacante italiano cabeceó desviado un perfecto centro de Antonio Candreva.

Tres oportunidades que ponían en duda la supuesta solidez defensiva de los ingleses, que presumían antes del inicio de la contienda de haber no haber encajado, pese a medirse a rivales de la talla de Alemania o Brasil, ni un solo gol en sus últimos cinco partidos.

Pero es que esta Inglaterra baja muchísimos enteros cuando no puede jugar a la máxima velocidad, justamente lo que logró Italia en el primer cuarto de hora del choque.

Sin embargo, bastó que los de Gareth Southgate pudieran acelerar mínimamente su ritmo de juego, para que Inglaterra no sólo se adueñara del partido, sino también del marcador gracias a un tanto de James Vardy.

El jugador del Leicester que ya había amenazado unos minutos antes la portería de Gianluigi Donnarumma, estableció a los 26 minutos el 1-0 en una jugada, que reflejó los males de la actual Italia, la gran ausente del próximo Mundial.

Jesse Lingard aprovechó la pasividad de la zaga italiana, que se quedó mirando al colegiado, para sacar rápidamente una falta en la frontal del área y dejar sólo a Vardy ante un Donnarumma, que no pudo evitar el tanto local.

Un gol que pareció dar alas a una selección inglesa, que si bien no se distingue por un juego preciosista en la medular, si que cuenta con la velocidad suficiente para martirizar a cualquier defensa rival.

Cuando no fue Sterling, fue Lingard y si no Ashley Young el que lució sus condiciones de velocista para llevar el peligro al área italiana, aunque, eso sí, sin el acierto necesario para sentenciar definitivamente la contienda.

Y eso que Inglaterra pudo lograr a los 38 minutos el 2-0 en una internada de Young, cuyo remate se marchó por muy poco fuera de la portería transalpina.

Una dinámica que no cambió en la segunda mitad, en la que Inglaterra siguió acercándose periódicamente con peligro a la portería de Donnarumma, aunque sin llegar a marcar.

Circunstancia que no desaprovechó Italia, que salió más beneficiada del carrusel de cambios que se vivió en los últimos minutos, para soñar con la igualada en dos remates de Lorenzo Insigne, que llevaron la inquietud a la grada local.

Amenazas que acabaron cristalizado a los 87 minutos con el gol del propio Insigne, que anotó el definitivo 1-1, al transformar un penalti cometido por Tarkowski sobre Chiesa, que el colegiado señaló tras recurrir al videoarbitraje.

EFE

Source: Meridiano

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