La Unión Europea seguirá negociando con EE.UU. sobre los nuevos aranceles al acero y el aluminio

La Unión Europea tendrá que seguir intentado convencer a Estados Unidos para que no le aplique aranceles a las importaciones de acero y aluminio. La reunión de ayer entre la comisaria de Comercio, Cecilia Malmstrom, y el responsable de Comercio Exterior de EE.UU., Robert Lighthizer, en la que también participó el ministro de Comercio japonés, Hiroshige Seiko, terminó sin ningún avance, tal y como estaba previsto, y sin que el representante norteamericano aclarara los términos de la aplicación de la discutida medida decretada por el presidente Donald Trump.

Como gesto de apaciguamiento, al menos teórico, la nota oficial de la Comisión apuntaba en primer lugar que se habló de la raíz del problema, que es el exceso de oferta mundial de acero. La versión de la Comisión insiste en que en esta reunión, que ya estaba prevista de antemano, las tres partes coincidieron en la necesidad de resolver problemas «como las prácticas anticomerciales que han llevado a una sobrecapacidad excesiva en sectores como el acero». En teoría, Japón y la UE están de acuerdo con Estados Unidos en que son esas cuestiones en la producción las que crean «condiciones injustas» y «minan el funcionamiento adecuado del comercio internacional», señalando sobre todo a China.

Pero en cuanto a la cuestión esencial, que son las nuevas medidas arancelarias norteamericanas, la comisaria afirmó en las redes sociales que en la reunión «no ha habido claridad inmediata sobre el procedimiento exacto de EEUU. para estar excluido de las medidas anunciadas, así que las discusiones continuarán la semana que viene». Oficialmente, todavía no hay fecha para un nuevo encuentro. Los aranceles entrarán en vigor en dos semanas.

Trump ha vinculado los aranceles con su particular concepto de «seguridad nacional». La UE insiste en que es un «socio muy cercano de EE.UU. en comercio y seguridad», que las empresas siderúrgicas europeas no reciben subsidios ni amenazan la seguridad de nadie y que por ello no deberían verse afectadas por las tarifas. El perjuicio para el sector europeo puede ser de unos 2.800 millones de euros.

Conversación con Macron
En paralelo, el mandatario estadounidense Donald Trump, ha mantenido una conversación telefónica con su homólogo francés, Emmanuel Macron, en el que han hablado sobre los controvertidos aranceles a las importaciones de acero y aluminio. Trump ha explicado a Macron que «son necesarios y apropiados para proteger la seguridad nacional» de EEUU, ha informado hoy la Casa Blanca.

«El presidente Donald J. Trump conversó ayer con el presidente Macron sobre su decisión de imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio. El Presidente subrayó que su decisión es necesaria y apropiada para proteger la seguridad nacional», ha apuntado la oficina de prensa presidencial en una nota.
Source: ABC

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