Oncología: «Un abordaje multidisciplinar individualiza los tratamientos»

1- ¿Cuáles son las claves de un buen abordaje multidisciplinar de la leucemia linfática crónica y linfoma?

La leucemia linfática crónica (LLC) y los linfomas son cánceres de la sangre que presentan una gran heterogeneidad en su comportamiento y, por tanto, el quid está en integrar las características clínico-patológicas con las características de cada paciente, como son su edad, estado general y comorbilidades. Un mismo linfoma desde el punto de vista diagnóstico puede tener diferente pronóstico en un paciente que en otro, por lo que después del diagnóstico, viene el análisis de los factores pronósticos que son propios de cada paciente. Una vez que conocemos todo esto, debemos analizar las características del paciente para decidir la mejor estrategia.

2- ¿Qué tipo de profesionales trabajan en conjunto en las unidades?

Se debe integrar en el equipo a todos los profesionales implicados tanto en el diagnóstico, como en tratamiento y seguimiento de los pacientes. Por ello, deben estar todos los implicados en la detección hematológica como hematólogos, anatomopatólogos, especialistas en citometría de flujo, citogenética hematológica y biología molecular. Además, deben unirse especialistas en imagen como radiólogos y médicos nucleares, y los que hacemos el seguimiento del paciente como hematólogos, radioterapeutas, enfermeras hematológicas, geriatras, farmacéuticos oncológicos; así como todos los especialistas que en algún momento forman parte del proceso asistencial (dermatólogos, neurólogos, gastroenterólogos, cirujanos…).

3- ¿Cómo repercute en el paciente?

En este tipo de abordaje multidisciplinar el paciente se coloca en el centro del proceso asistencial. Con ello, «no tratamos enfermedades, tratamos pacientes». Es la mejor forma de individualizar los cuidados y poder adaptarnos a las peculiaridades que cada paciente tiene.

4- ¿Cómo facilita este abordaje el tratamiento y pronóstico?

Para dar un buen tratamiento es preciso tener un buen diagnóstico; y, una integración del diagnóstico hematológico garantiza poder conseguirlo. Con este abordaje, el tratamiento lo decide un equipo multidisciplinar, donde cada especialista vela porque se cumplan los más altos estándares de su especialidad. Esto asegura un tratamiento adaptado e individual.

5- ¿Qué es lo más complicado?

La integración de tantos profesionales en una única unidad funcional es lo que supondría el mayor reto. Pero cuando todos se dan cuenta de que el trabajo en equipo beneficia al paciente, todos se ponen a remar en la misma dirección con un objetivo: dar un tratamiento individualizado en base a las características de cada paciente.

6- ¿Qué es el «Programa Preceptorship FJD en Linfomas y LLC»?

Esta forma de trabajo en unidades funcionales es típica de los centros del cáncer americanos, aún poco instaurados en España. En Oncohealth, una iniciativa de la Fundación Jiménez Díaz, los profesionales nos organizamos en unidades funcionales, y en Hematología, es la Unidad de Linfomas la primera que se constituyó, siendo la pionera en la Sanidad madrileña y una de las primeras en España. El programa pretende mostrar a otros compañeros hematólogos cómo trabajar en equipo, con herramientas para poder implementar en sus respectivos centros laborales.

7- ¿Quiénes han asistido?

Este programa va dirigido a médicos especialistas en Hematología y Hemoterapia, para que vean esta forma de trabajo multidisciplinar y puedan replicar bien o coger ideas que luego lleven a cabo en sus respectivos hospitales. En esta edición han participado dos jefes de servicio, que tendrán más capacidad ejecutiva para implantar medidas, y cuatro médicos adjuntos que querían una super especialización en estos cánceres de la sangre de tan complejo abordaje.

8- ¿Qué actividades se han llevado a cabo en este marco?

Durante el «preceptorship», los hematólogos se han integrado en las actividades asistenciales de la unidad funcional de linfoma; han asistido a un Comité de Diagnóstico Integrado Hematológico, a uno de Linfomas y a una sesión clínica. Además, han realizado rotaciones por las consultas de linfomas, por el laboratorio de diagnóstico hematológico y con la enfermera hematológica. Además, se realizaron dos talleres teórico-prácticos: uno de la atención de la farmacia oncohematológica, con análisis de interacciones medicamentosas y adherencia a tratamiento; y, otro de hematogeriatría, con evaluación de comorbilidades, fragilidad y valoración geriátrica integral. En nuestra unidad de linfomas prestamos especial atención a los pacientes de edad avanzada para darles el mejor tratamiento adaptado a su edad y otras enfermedades, y con la menor toxicidad para que no empeore su calidad de vida.

9- ¿Qué impacto futuro podrá tener en la asistencia clínica diaria?

Ya tiene impacto en el presente. Los pacientes son el centro del proceso asistencial, cada uno es evaluado de forma individual desde el diagnóstico hasta el tratamiento y seguimiento. Se diseña un viaje a lo largo de todo el proceso que es único. Son atendidos en el Oncohealth de Fundación Jiménez Díaz y saben que todo el equipo asistencial se encuentra allí y sabe dónde puede encontrarlo.

10- ¿Cuáles son las características que acreditan a la unidad como centro de excelencia?

La formación continuada de sus miembros que están a la vanguardia del conocimiento. Muchos tienen gran relevancia nacional e internacional, lo que les convierte en referentes. Somos reconocidos para llevar a cabo ensayos clínicos con terapias novedosas y, en muchas ocasiones, como único centro en España con éstos abordajes disponibles, lo que abre un abanico de nuevas opciones de tratamiento para nuestros pacientes.

Source: A tu salud

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *