«Lladró estaba algo anclada en el pasado y hemos cambiado»

La emblemática fábrica de porcelana de lujo valenciana fue adquirida por el fondo PHI Industrial hace un año y, desde entonces, el nuevo equipo se ha esmerado en cambiar los diseños para adaptarlos a los nuevos tiempos, aunque siempre manteniendo los elevados estándares de calidad que tenía. Sus piezas siguen enamorando en Estados Unidos y Oriente Medio.

—¿Qué simboliza la apertura de esta nueva tienda de Lladró en la milla de oro e Madrid?

—Mucho. Es mucho más moderna, acorde con el nuevo aire que estamos introduciendo en la compañía ya que se había quedado anclada en el tiempo, fruto de un éxito brutal que había tenido y es lógico el cambio. Hemos configurado el nuevo equipo en el último año con un nuevo director creativo, Pierre Favresse, y hemos introducido el concepto de funcionalidad en los productos, como la iluminación que aunque la hacíamos no era ni mucho menos lo mismo, ya que ahora tenemos un catálogo completo, y también en una gama media de precios cubriendo todos los estilos.

—¿Va a democratizar los precios?

—La idea es seguir haciendo productos de lujo pero más asequibles, como son por ejemplo las piezas para regalo o las fragancias para el hogar a través de velas.

—¿Y también por internet?

—Es otro de los cambios. Hemos creado una página web de cero y la estructuramos como en seis mundos o estilos, desde el moderno o «atelier» al más clásico. Y está funcionando muy bien. En dos años esperamos que nuestra facturación de la venta online sea el 10% del total

—¿Y todo sigue siendo made in Valencia?

—Todo, incluida la fabricación de la porcelana en todas sus variedades y colores, con un catálogo casi de 3.000 en total y todos fabricados en Valencia por los 440 empleados que tenemos, aunque en total en el mundo somos 621.

«Nuestra marca es uno de nuestros principales activos. Es muy conocida en todo el mundo»

—¿Cómo fue el desembarco en Lladró del nuevo propietario?

—La familia Lladró tuvo que hacer una serie de ERE porque la situación de la empresa no era buena. Nosotros, el fondo PHI, entramos ahora hace un año y compramos el total. En este tiempo hemos llegado a la conclusión de que no hace falta hacer más reestructuraciones, ya que en 2017 la empresa ha vuelto a tener números positivos, alrededor de 53 millones de euros de ventas brutas, después de muchos años de caídas. Es una compañía rentable pero el reto es hacerla crecer de manera significativa. La empresa estaba un poco anclada en el tiempo y el mundo ha cambiado mucho, y con él la manera en la que decoramos nuestras casas ya que hoy queremos que los elementos decorativos tengan una utilidad, que tengan diseño, etc… Hemos conseguido un cambio de tendencia. En Estados Unidos, por ejemplo, que es nuestro mercado más importante no a nivel de volumen pero sí es como el que marca el camino al resto, y allí por primer año no solo hemos parado la caída de ventas sino que hemos crecido un poco.

—¿Pero una de las claves de la empresa, al margen de algunos rediseños, será seguir apostando por la marca, no?

—Por supuesto. Es uno de nuestros principales activos ya que tiene un reconocimiento enorme en todo el mundo, y encima con una sonrisa en los labios. Y, lo que es más importante, todo el mundo está como esperando los nuevos productos en todo el mundo porque había consenso en que la compañía tenía pendiente una evolución, un salto, y de ahí las fantásticas velas o la loza perfumada.

—Volviendo a la democratización de los precios, ¿cuál es el rango?

—A partir de 50 euros ya hay unas velas preciosas. Nosotros no hemos bajado precios, sino que hemos creado otras líneas de productos nuevos que esperamos que le interesen al público más joven. Todos nuestros productos están hechos a mano, no hay dos productos iguales, y todo esto tiene un coste, por no hablar de la porcelana de alta gama, que es espectacular y es la que hace de verdad la marca.

«En los países árabes y en Rusia triunfan las piezas recargadas y en Asia lo relacionado con Europa»

—A nivel histórico, ¿qué pieza es la que ha marcado la historia de Lladró?

—Depende de los mercados. En los países árabes y en Rusia triunfan las piezas más recargadas y con más dorados, mientras que en Asia adoran todo lo que tenga que ver con la cultura europea.

—¿Y en España?

—Nuestro principal mercado aquí es el turismo con lo que triunfa todo lo que tenga que ver con la cultura española y las grandes piezas de alta porcelana.

—¿Cuáles son las previsiones?

—La empresa tiene un enorme potencial, y lo vemos cada día con la expectación que generan las nuevas líneas de productos y los nuevos mercados. En verano lanzaremos la nueva colección de joyería, que tendrá cuatro líneas a su vez, y también renovada, de modo que mezclará la porcelana con metal. En cuanto a los números esperamos que las ventas suban un 14% este año. Tenemos el foco en recuperar el mercado de EE.UU.. Asia y Europa todo ávidos de nuevos productos y con mucho potencial.
Source: ABC

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