Trump deshoja una margarita con cinco pétalos para la Fed

El primer mandato de Janet Yellen en la presidencia de la Reserva Federal de EE.UU. acaba en febrero, y la carrera por ver quién se queda con el puesto está en el aire. Quién esté a partir de entonces al frente del banco central estadounidense tendrá dos desafíos principales: mantener una política monetaria que permita estabilidad, empleo y crecimiento económico en el país y decidir sobre el grado de regulación de las entidades financieras. Además, tendrá que convivir con un vecino incómodo en Washington: Donald Trump, el presidente de EE.UU., que es sobre quien recae la elección del presidente de la Fed.

En los últimos días la Casa Blanca ha filtrado una lista de cinco finalistas: Gary Cohn, Jerome Powell, Kevin Warsh y Janet Yellen, que podría resultar reelegida. Este jueves, «Politico» aseguraba que Powell, uno de los gobernadores de la Fed, es el líder en la carrera. Trump, sin embargo, no ha dado más pistas. «De verdad, me gustan todos ellos”, dijo sobre los candidatos, y reiteró que tomaría una decisión pronto. La Casa Blanca ha indicado que el presidente acabará de deshojar la margarita antes del 3 de noviembre, cuando inicia una gira de varios días por países asiáticos.

Janet Yellen, la incumbente

La actual presidenta de la Fed tiene a su favor su buen desempeño en los cuatro años que ha pasado en el cargo. Ha implementado la eliminación progresiva de los estímulos a la economía, con un calendario cauto de subidas de intereses que por el momento han dado buenos resultados, con el desempleo en niveles muy bajos y la inflación cercana a los objetivos marcados. Trump ha alabado estos logros, pero quizá no vea tan claro su posición sobre la desregularización del sector financiero. Yellen fue muy activa en el endurecimiento de la regulación tras la crisis financiera y en un discurso en agosto defendió que habría que mantenerla. El presidente ha abogado con fuerza por el desmantelamiento de la ley Dodd-Frank que aprobó el Congreso en 2010.

Se le considera el más centrista de los candidatos -fuera de la incumbente Yellen-, por lo que ha sorprendido que se haya colocado como el favorito de Trump. En 2012, Obama eligió a Powell, vinculado al partido republicano, para el consejo de gobernadores de la Fed, donde ha combinado críticas a los planes más ambiciosos de estímulo económico con dudas sobre cambios regulatorios a la banca. Su principal baza es que cuenta con el favor de Steve Mnuchin, el secretario del Tesoro, en el que Trump tiene plena confianza.

Estuvo en el consejo de la Fed entre 2006 y 2011, pero ha criticado con fuerza la política monetaria del organismo en los últimos años. Ha formado parte del equipo de asesores económicos de Trump en la Casa Blanca y está casado con Jane Lauder, la hija del multimillonario Ronald Lauder, amigo y también asesor ocasional del presidente. Estas relaciones podrían ser una ventaja, ya que Trump valora de forma especial la lealtad.

Hubo un momento en el que Cohn parecía ir en cabeza en la carrera por la Fed. Este año dejó de ser el número dos de Goldman Sachs para atender la llamada de Trump desde Washington, que le requirió como asesor privilegiado en materia económica y que le puso al frente del Consejo Económico Nacional. Este verano, Cohn, que es judío, criticó la tibia respuesta de Trump a los disturbios supremacistas en Charlottesville (Virginia), donde también se escucharon gritos antisemitas. Aunque ahora parece que esa herida se ha cerrado, su posición es menos fuerte.

Profesor de la Universidad de Stanford, economista conservador, trabajó para el Departamento del Tesoro bajo la presidencia de George W. Bush y ha asesorado a decenas de políticos republicanos en las últimas décadas. Ha sido muy crítico con la política de tipos bajos de la Fed.
Source: ABC

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