«Los métodos de enseñanza rígidos y tradicionales ya no funcionan, las nuevas formas de trabajar, el avance imparable de la tecnología y los nuevos perfiles y características de las nuevas generaciones dibujan un escenario sin precedentes, al que ya no es solo necesario entender, sino evolucionar con él». Como se señala en el informe «Últimas Tendencias en Formación, Capacitación y Aprendizaje», del ICEMD (el Instituto de la Economía Digital de ESIC Business& Marketing School) y Coolhunting Group, estos tiempos de transformación también afectan a la forma de enseñar, y de aprender.
Lourdes Rodríguez, CEO de Coolhunting Group, profesora del curso superior de Coolhunting en ICEMD desde 2012 y una de las autoras del citado estudio, destaca cómo la curiosidad por aprender va a ser clave del éxito personal y profesional: «Cada vez es más evidente la importancia del aprendizaje colaborativo y práctico, para adaptarse a los casos reales y con una constante actualización de contenidos, con conceptos como la «flipped classroom» (ver imagen). Se fomenta la curiosidad, propia de un niño pequeño que lo pregunta todo». Los llamados «power pupils» se enfrentarán con más garantías al futuro desde temprana edad: «Hay que conocer mejor (destaca) a la llamada generación Z, la que viene después de los millennials, para saber cúales son sus características intrínsecas: sus hábitos, preferencias, cómo se comunican, etc».
En Teamlabs (Campus de Innovación y Emprendimiento), por ejemplo, establecen el aprendizaje en equipo y el «aprender haciendo» («learning by doing») como bases de su metodología, por la que sus alumnos crean empresas reales desde el primer día en equipo y desarrollan habilidades y competencias ligadas al emprendimiento y la innovación desarrollando multitud de proyectos a lo largo del programa, tanto en el grado universitario LEINN (Liderazgo, Emprendimiento e Innovación) o en el postgrado Masteryourself. Como subraya Ibai Martínez, cofundador de Teamlabs, «aprender y enseñar en equipo es el gran reto de la educación de nuestros días. El equipo es el motor de aprendizaje y, por lo tanto, el educador se ha de convertir en un acompañante, que construye el marco y una relación de confianza con el aprendiz, para que este tome las riendas de su proceso de aprendizaje, sin parar de aprender».
Hay habilidades que las empresas exigen cada vez más como la visión estratégica, el liderazgo, la gestión emocional, la negociación…Desde el punto de vista de la especialización en evaluar las capacidades de los candidatos, María Cantera, team leader de Randstad Professionals, aporta su opinión: «Cada vez más nos encontramos con un mercado de profesionales con un excelente nivel de formación superior, experiencia internacional, idiomas… Y hay determinadas habilidades que las empresas exigen cada vez más, como la visión estratégica, el liderazgo, la creatividad, la toma de decisiones, la orientación al cliente, la gestión emocional, la negociación, la resolución de problemas complejos, etc». En todo caso, la tecnología contribuye, cada vez más, a cimentar una formación tanto personalizada como en equipo, como en el caso de la WOW Room de IE Business School (48 pantallas que ocupan una superficie de 40 m2 para trabajar con inteligencia artificial, simulaciones en tiempo real, big data…), todo un escenario de contenidos prácticos para estar preparados ante un mundo real.
Cuestión de actitud: La base de todo se encuentra, como siempre, en la predisposición del alumno para aprender o, en tiempos de formación continua, para seguir aprendiendo. Como aseguraba recientemente María Garaña, vicepresidenta EMEA de Microsoft Business Solution, en la conferencia coloquio organizada por EAE Business School y APD en el ciclo «Directivos españoles por el mundo: Transformación digital y nuevas oportunidades»: «Seleccionar el talento correcto es lo más difícil de mi trabajo. A la hora de contratar, buscamos gente que sepa leer a gente, personas que tengan capacidad de adaptación y una gran dosis de curiosidad. Si hubiera que resumir en tres aspectos fundamentales, el mejor perfil se quedaría con la curiosidad, la actitud y el centro de control interno».
Flipped Classroom: La teoría de este «aprendizaje a la inversa» se prepara en casa (con apoyo adicional de tutoriales on line, vídeos, etc.), para fijarla en clase con un profesor como mentor y tutor para resolver dudas y afianzar conocimientos (los profesores nunca van a ser sustituidos por máquinas y su misión seguirá siendo fundamental).
Gamificación: Las dinámicas de juego en entornos no lúdicos son otra de las constantes en formación, una proyección de la concepción de aprender de una forma amena, en una modalidad que fomenta la creatividad, la empatía y el trabajo en equipo. Toda una estrategia de innovación.
Mooc: Los Massive Open Online Course (Curso Online Masivo Abierto) pueden suponer un complemento a la formación, dada su gran oferta de contenidos, a los que diversas instituciones abren el acceso de manera gratuita.
Blended Learning: En clase y fuera de ella, este concepto de formación semipresencial, también denominado «aprendizaje híbrido», aprovecha lo mejor de cada medio: el contacto directo con profesores y compañeros y la opción de ampliar conocimientos vía on line.
Habilidades trasversales: Las «soft skills» (como dicen los expertos, no tan «soft» -«suaves»- por su importancia) se tienen cada vez más en cuenta. En un mundo de gran competencia, conceptos como el liderazgo, el trabajo en equipo y la resiliencia (saber adaptarse al cambio o las dificultades y salir fortalecido de ellos) cotizan al alza.
Source: ABC