La banca se tiñe de verde, ¿cómo son los productos financieros «eco»?

Banca y ecologismo son dos términos que no suelen ir en la misma frase. Sin embargo, durante los últimos años las entidades financieras han estrenado un surtido de productos verdes pensados para apoyar el planeta y empujar iniciativas sostenibles, tanto para particulares como para autónomos y empresas.

La preocupación de una gran parte de la sociedad por la situación medioambiental se ha trasladado a las entidades financieras. Hasta tal punto que ha ido floreciendo un nuevo catálogo de productos verdes en las vitrinas de los bancos y uno de los sectores en los que el ecologismo ha ganado más fuerza ha sido en el de los préstamos. Al menos hay disponibles media docena de ecopréstamos en España, informan desde el comparador HelpMyCash.com especialista en créditos y productos financieros en general.

«No solo hablamos de créditos que apoyan proyectos respetuosos con el medioambiente, sino que además se trata de préstamos con un tipo de interés preferente, en ocasiones muy por debajo de la media», apuntan expertos del comparador.

La mayoría de los ecopréstamos disponibles en el mercado están orientados a particulares y, en menor medida, a autónomos interesados en financiar proyectos sostenibles o comprar bienes respetuosos con el ecosistema. Nos referimos, sobre todo, a la adquisición de vehículos híbridos o eléctricos, a la compra de electrodomésticos de bajo consumo o a la mejora de la eficiencia energética del hogar o de una empresa.

Bankia, Kutxabank, Bigbank, Caixa Ontinyent o MicroBank son algunas de las entidades que han apostado por la sostenibilidad. El préstamo para la mejora de la eficiencia energética de Caixa Ontinyent, por ejemplo, está pensado para mejorar energéticamente una vivienda, un comercio o una industria. Tiene un tipo de interés fijo vinculado al nivel de eficiencia energética que se quiere lograr y parte de un 2%. Si tenemos en cuenta que el tipo de interés medio de los préstamos era del 7,51 % en julio, según el Banco de España, se trata de un interés muy bajo. En el caso de Bigbank, el interés de su Préstamo Verde varía en función del proyecto: 3,99 % TIN para la compra de un coche eléctrico, 5,95% para la adquisición de un vehículo híbrido, 6,74% para la instalación de paneles solares y 9,99% para financiar otros proyectos sostenibles.

Bankia tampoco ha querido quedarse atrás. La entidad presidida por Goirigolzarri estrenó en abril su Préstamo Sostenible con un tipo fijo del 6%. Según declaraciones de David Menéndez, director de Reputación y Responsabilidad Social Corporativa de Bankia, publicadas por la propia entidad, «la gestión responsable es sinónimo de sostenibilidad y competitividad. Es una manera de trabajar mirando al futuro y definiendo productos y servicios que generen valor en el entorno, además de contribuir al cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas».

En el sector de las hipotecas, destaca la Hipoteca Triodos referenciada al Euribor cuyo diferencial de partida es del 1% y va aumentando a medida que empeora la certificación energética de la vivienda.

Apoyo a la reforestación
MicroBank lleva desde el año 2012 colaborando con la ONG Fondo Mundial para la Naturaleza, más conocida como WWF, cuya misión es preservar el medioambiente. La Cuenta Verde de la entidad permite contribuir a la reforestación del parque nacional de Doñana a través de la ONG plantando un árbol si se cumplen algunos requisitos.

El informe anual corporativo de MicroBank revela que en 2016 había 817 cuentas verdes que colaboraban con WWF y se habían destinado 10.000 euros al programa de reforestación.

Tarjetas biodegradables
Más de 75 millones de tarjetas de crédito y débito pueblan nuestro país. Unos plásticos que dejan huella. El policloruro de vinilo o PVC, del que están hechas tradicionalmente, no es biodegradable. Aunque se trata de un material reciclable, la gran cantidad de elementos de seguridad y tecnológicos que las acompañan complican el proceso. Afortunadamente para el ecosistema, ya existen alternativas, aunque no demasiado extendidas, para la fabricación de tarjetas.

La compañía neerlandesa de tarjetas inteligentes Gemalto lanzó hace años una gama de tarjetas MasterCard y Visa fabricadas con ácido poliláctico (PLA) a partir de fuentes renovables como el maíz. La gran ventaja del PLA es que, a diferencia del PVC, es biodegradable.

En julio de 2006, Triodos Bank lanzó en el mercado español la primera tarjeta ecológica del sector, hecha con plásticos reciclables. Actualmente, tanto su tarjeta de crédito como de débito están fabricadas con materiales biodegradables: «Una vez en contacto con el medio ambiente se degrada sin ningún impacto residual negativo para el ecosistema», informa la entidad en su propia página web.
Source: ABC

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