La nueva circular contable bancaria amenaza con encarecer el crédito

La nueva circular contable del Banco de España, que transpone a la legislación nacional la normativa internacional IFRS 9 y entra en vigor el próximo 1 de enero, endurece el régimen de provisiones frente al impago de los créditos. La norma, en la medida en que supone un impacto primero en el capital y los resultados de los bancos, podría encarecer o endurecer los criterios de concesión de los préstamos, según admiten en el supervisor y el sector financiero.

«En la medida en que se pide más capital, el margen de intermediación debe aumentar para retribuir ese capital. Es algo inevitable: si queremos un sistema bancario sano se requiere más capital, y este hay que retribuirlo», apuntan desde el organismo dirigido por Luis María Linde, aclarando que ya en la circular transitoria de 2016 se penalizaba la concesión de créditos por debajo de su coste. «El coste de las provisiones ya debería estar incluido en el precio», señalan.

La gran novedad de la norma, publicada este miércoles en el BOE, es que los bancos pasarán a hacer provisiones por los créditos que dan en función de las pérdidas esperadas, y no cuando el cliente deja de pagar, como hasta ahora. Además, para estimar las dotaciones ahora no se usará solo información de la serie histórica, sino también las previsiones macroeconómicas, como la evolución prevista del PIB y de los tipos de interés.

Esto, según el Banco de España, obligará a las entidades del país a elevar sus provisiones actuales en un 13% el 1 de enero, lo que reducirá el nivel de capital agregado del sector en 0,45 puntos, en línea con la media estimada para la banca de la Eurozona por las autoridades. El supervisor considera este impacto poco relevante. Otros cálculos, como los de BBVA Research, lo elevan a un 21% más de provisiones y una merma del capital de 0,67 puntos.

Los bancos tendrán cinco años para cargar contra capital ese requisito inicial de provisiones. En cambio, las nuevas provisiones que se hagan por los créditos que se concedan a partir de 2018 y aquellos que entre en mora tras arrancar el año se cargarán contra la cuenta de resultados.

«No se va a dejar de dar crédito por la nueva norma, pero al impactar en resultados mucho antes posiblemente tenga efectos en el precio y los criterios de concesión», admiten desde uno de los grandes bancos del país, en el que detallan que el coste de dar un crédito se encarece notablemente respecto al sistema anterior de provisiones.

En este sentido, fuentes bancarias explican además que los empleados de oficina van a ser mucho más estrictos en la concesión y el seguimiento de la financiación concedida, por cuanto esta afectará a la cuenta de resultados de cada sucursal.

Desde el supervisor aclaran en todo caso que el precio del crédito y los criterios de concesión dependen mucho más de la evolución del ciclo económico que de las normas contables.
Source: ABC

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