«Invertir en efectivo es decantarse por el activo más caro del mercado»

Como director general de Fidelity en España, Sebastián Velasco ha presenciado la apertura del ahorrador español hacia activos menos defensivos. Aún en su mayoría cautos, anima a dar más pasos. Porque, como insiste, el inversor conservador «tiene alternativas».

—¿Cómo estáis hablando con los clientes conservadores, que están viendo cómo las estrategias de las que tradicionalmente dependía su cartera se están agotando?

—Cada vez es más complicado lograr una rentabilidad real positiva. Estar invertido en efectivo es decantarse por lo que en estos momentos es el activo más caro del mercado. Es asumir una rentabilidad que, en términos reales, va a ser negativa. Y esto es algo que el inversor debe entender, que con los tipos nominales en mínimos y la inflación en torno al 1,5%, la rentabilidad de la liquidez es negativa. Eso significa que hay que asumir algo de riesgo si se quiere rentabilizar el ahorro. El inversor más conservador tiene opciones, vehículos con una volatilidad y una pérdida máxima controlada. En Fidelity lo llevamos a cabo tanto en fondos de renta fija como en mixtos, según el nivel de riesgo que puede asumir cada inversor.

Con los tipos nominales en mínimos y la inflación en torno al 1,5%, la rentabilidad de la liquidez es negativa

—¿Qué productos os pide el ahorrador conservador y cuáles necesita?

—El inversor español históricamente ha sido más conservador que sus homólogos europeos. Pero ahora están solicitando fondos que tienen una diversificación geográfica muy grande, con el fin de acceder a las mejores combinaciones posibles de rentabilidad-riesgo. Eso sí, siempre moviéndose en niveles bajos de riesgo. En eso hemos notado un cambio importante en el ahorrador español. Antes era muy complicado que mirara más allá de la deuda pública española, pagarés, renta fija de las grandes cotizadas españolas…

—¿Son realistas los españoles con los retornos que pueden obtener?

—Si me hubieras preguntado esto hace tres años habría dicho que no, que sigue en la cabeza de los ahorradores españoles la referencia de que existe la rentabilidad sin riesgo. Una idea que venía marcada por lo que pagaban los depósitos a la vista, hasta hace no mucho el 3%. Ahora, en parte por un mayor nivel de entendimiento de temas financieros –donde es destacable la labor de los asesores-, la expectativa de lo que se puede recibir está bastante alineada con lo que el mercado puede ofrecer.

El inversor tiene que asumir algo de riesgo si se pretende rentabilizar el ahorro

—Hace unos meses lanzasteis unos ETFs ‘smart beta’. ¿Por qué una casa tradicionalmente de gestión activa se abre a ofrecer gestión pasiva?

—Porque en Fidelity nos vemos como un proveedor de soluciones de inversión. Es un concepto distinto del de «proveedor de fondos de gestión activa». Queremos asegurarnos de que podemos cubrir todo lo que necesite un inversor a la hora de gestionar su patrimonio. Eso significa que en ocasiones van a ser fondos de inversión, en otras planes de pensiones. A veces será gestión activa y otras, gestión pasiva. El lanzamiento de los ETFs ‘smart beta’ responde a la demanda de inversores que quieren tener una exposición sistemática a una determinada área estratégica o temática de inversión. Son vehículos que combinan tanto nuestra capacidad de gestión activa como de la pasiva. Sigue un índice propio, elaborado con criterios activos. En este caso, el de compañías con capacidad de generación de dividendos estables y crecientes muy alta.

—Habéis introducido cambios en las comisiones de gestión de ciertos fondos. ¿Cómo funcionará?

—Imagínate un fondo con una comisión de gestión de 80 puntos básicos. De entrada, rebajamos al 0,70% dicha comisión. Si somos capaces de superar al índice de referencia del fondo, después de las comisiones aplicadas, entonces elevaremos el cobro de la comisión de gestión en función de en cuánto hayamos sido capaces de superalo, pero hasta un máximo del 0,90%. En el caso contrario, al revés, se bajará proporcionalmente hasta un mínimo de 0,50%. Es una manera distinta de entender las tradicionales ‘comisiones de éxito’. Se trata de una clase (una versión) de fondos ya existentes y su lanzamiento está previsto para el primer trimestre del año que viene. Es nuestra respuesta al debate sobre el valor de la gestión activa. Queremos innovar y queremos que quede muy claro que hay sintonía entre los intereses de nuestros clientes y los nuestros como gestora de activos.

Fidelity, 40 años de vocación
Fidelity nació más de 40 años con el objetivo de ofrecer servicios de gestión de activos fuera de EE.UU. Y de hacerlo en base a dos principios: la inversión a largo plazo y el análisis fundamental. La base de su trabajo es «hablar con responsables financieros y consejeros delegados de compañías, con los proveedores de las empresas, con sus clientes, con sus competidores, etc., para poder estar en condiciones de recomendar o no la inclusión del valor en las carteras que gestionamos». Es el corazón de su filosofía, aseguran.
Source: ABC

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