Estar al mando de una empresa es un reto de mucha responsabilidad. Que se obtengan beneficios depende en gran parte del líder del grupo, que tiene que sacar el máximo de sus trabajadores. Las empresas que saben gestionar el compromiso cuentan con líderes que motivan y sacan lo mejor de sus colaboradores, según la consultora Watch & Act. Pero un mal jefe puede ocasionar malos resultados a la empresa y fomentar un mal ambiente de trabajo. Por eso, la consultora destaca varias claves para no convertirse en un mal jefe.
En primer lugar, se centra en la percepción de los trabajadores sobre su jefe y cómo es gestionado un grupo. Para llevar un buen camino, los colaboradores deben sentir que la empresa lucha por mejorar, innovar y que tiene personalidad. Asimismo, los trabajadores quieren sentir que la empresa invierte en ellos como desarrollo.
También se valora mucho la capacidad del jefe a la hora de ser la referencia del grupo. En este apartado, el líder tiene que adecuar las tareassegún los objetivos de cada departamento, así como tener un conocimiento claro de los colaboradores que le acompañan. Un conocimiento profundo de los trabajadores hacen que éstos se sientan mejor valorados.
El trabajo colaborativo y no individualista es clave para prosperar. La creación de equipos de trabajos y no grupos de personas es importante. Para ello, el jefe debe estudiar la forma en la que el equipo acoge a las nuevas incorporaciones y la evaluación que se hace de los logros.
Además, las tareas deben tener un por qué, el jefe debe crear compromiso a través de la gestión de las tareas que los profesionales desempeñan en su jornada cotidiana. Los trabajadores deben sentir que su trabajo tiene un valor y que sus actividades realizadas se corresponden a su puesto.
Source: ABC